Quienes tienen la habilidad de poder tocar un instrumento con destreza, ritmo y gracia son considerados artistas; también lo son quienes gozan de tener una voz privilegiada para entonar hermosas melodías. Por tanto, la música es un arte, que lamentablemente no todos cuentan con la pericia que se requiere para crearla. Sin embargo, sí puede ser para el disfrute de todos.
Además de ser un medio de expresión para quienes cuentan con la musa, el conocimiento y la destreza para plasmarla en una partitura, escuchar música también es un excelente desestresante. Según estudios, ayuda a exteriorizar los sentimientos más hondos, a liberar tenciones y a alejarte de la depresión.
También es ideal para mejorar la autoestima, crear lazos y desarrollar habilidades sociales. Pero probablemente, el hallazgo que más sorprende, es que la música ayuda en un 10% a que las personas con trastorno bipolar, depresión mayor o esquizofrenia no tengan recaídas.
El uso terapéutico de la música
Esto es posible a través de lo que se conoce como musicoterapia, que según explica Rita de los Santos, magíster y supervisora del Modelo Benenzon de Musicoterapia en la República Dominicana, es una disciplina que utiliza el sonido, la música, el movimiento y los instrumentos corporo-sonoro-musicales, para desarrollar, elaborar y reflexionar un vínculo o una relación entre musicoterapeuta y paciente o grupo de pacientes, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y recuperar la inserción social de los mismos.
Un ejemplo de ello ha sido el Programa de Musicoterapia para pacientes que padecen trastornos mentales graves, implementado por el Hospital Universitario de La Ribera, España, en el Servicio de Psiquiatría , donde durante seis meses, ellos y sus familiares reciben musicoterapia dos veces por semana para prevenir las recaídas de los pacientes.
“La musicoterapia es un recurso terapéutico no tradicional, que se integra a las disciplinas que se ocupan de la prevención, tratamiento y rehabilitación de diversas discapacidades, así como de las consideradas del campo de la salud mental”, detalla De los Santos, quien aclara que la actividad musical de por sí no es terapéutica, sino que se convierte en tal cuando se desarrolla en el marco de un proceso musicoterapéutico con objetivos generales y específicos por lograr, o sea que surgen de la integración terapeuta-paciente en un encuadre dispuesto a tal fin. “Hay una gran variedad de posibilidades que se agrupan fundamentalmente en dos grupos: predominantemente expresivos: como el canto grupal y predominantemente receptivos, como por ejemplo la música como sostén de otra actividad”, detalla.
La musicoterapia es recomendada como terapia en muchos casos clínicos, pero donde ha sido más eficaz es en personas diagnosticadas por esquizofrenia, amnesia, Alzheimer, Parkinson, depresión, síndrome de Tourette, depresión y dificultades del habla. Sin embargo, este tipo de terapía no sustituye a los medicamentos y cuidados especiales que require cada caso. Es un tratamiento complementario, donde los especialistas y la familia deben trabajar en conjunto.
Efectos de la música en la psiquis
En cuanto a los efectos de la música en la psiquis de los individuos, De los Santos considera que, “para la mayoría de las personas, la música representa algo placentero, ya que en algún momento de nuestras vidas todos hemos tenido experiencias positivas asociadas a ella, bien sea auditivas o corporales, emotivas o espirituales, sin embargo, también podemos encontrar experiencias musicales negativas”.
Agrega: “La música es un lenguaje innato a todas las personas. Todos cantamos en algún momento, todos respondemos con movimientos corporales a un buen merengue. La música es movimiento y es sonido; nosotros somos movimiento y sonido, por eso también nosotros somos música”.
La música y el sonido provocan una serie de efectos beneficiosos a diferentes niveles cuando son percibidos por el ser humano: a nivel fisiológico, intelectual, social y psicológico. Los avances neurocientíficos que se han logrado sobre los efectos saludables de la música en el cerebro, dan la certeza suficiente para garantizar estos beneficios, asegura De los Santos, quien dirige el Centro Benenzon en la República Dominicana, donde se promueve el trabajo del modelo en diferentes discapacidades y trastornos, así como la formación en el mismo. En la actualidad, dicha entidad está trabajando en la organización del primer Congreso Latinoamericano y Europeo de Terapias no Verbales y Musicoterapia del Modelo Benenzon, en la República Dominicana, a celebrarse este año.
Estudio
Investigadores del Laboratorio de Neurociencia Auditiva de la Universidad Northwestern, EE.UU., sugieren que la formación musical mejora las habilidades lingüísticas y cognitivas en niños.
De interés
Los expertos aseguran que la música para los bebés puede favorecer el vínculo entre la mamá y el bebé que está por llegar, mejorando de esta forma la calidad del embarazo y el momento del nacimiento.
