Nadadora se acerca a mitad de camino en travesía Cuba-Florida

LA HABANA (AP) — La nadadora de resistencia Penny Palfrrey se acercaba el sábado por la mañana a la mitad de camino entre Cuba y la Florida en aguas tranquilas y con la única molestia hasta ahora de picaduras de medusas.

LA HABANA (AP) — La nadadora de resistencia Penny Palfrrey se acercaba el sábado por la mañana a la mitad de camino entre Cuba y la Florida en aguas tranquilas y con la única molestia hasta ahora de picaduras de medusas.

A las 8:38 (1248 GMT) del sábado, unas 25 horas después de haberse lanzado a las aguas desde Cuba, la nadadora de 49 años se encontraba a 77 kilómetros (48 millas) de su punto de partida en un embarcadero de La Habana, dijo a la Associated Press Scott Woodburn, integrante de su equipo que la aguardaba en los cayos de la Florida.

Palfrey se propone ser la primera mujer que hace ese cruce a nado sin asistencia.

Woodburn dijo que Palfrey sonreía y daba órdenes a los miembros de su equipo que la acompañaban en kayaks y un catamarán mientras iniciaba su lucha contra los elementos y contra los límites de la resistencia humana.

Está «alerta y nadando a ritmo fuerte», informó Woodborn, y agregó que las aguas estaban en calma. «No podía ser mejor».

Palfrey ha padecido antes las picaduras de las medusas, que la obligaron a abortar dos cruces en Hawai.

La nadadora, veterana de veinte años de largos trayectos, tuvo su mejor desempeño el año pasado cuando completó 108 kilómetros (67 millas) entre las islas Pequeño y Gran Caimán.

La deportista nacida en Gran Bretaña y naturalizada australiana partió de La Habana el viernes temprano, embadurnándose antes en bloqueador de sol y lubricante. Un miembro de su equipo enviaba tuits a los simpatizantes de Palfrey, mientras un cibersitio iba actualizando su posición cada diez minutos en base a datos de un GPS usado por la nadadora.

Mientras transcurre su segundo día en el agua, la nadadora deberá luchar con la fatiga física y mental, como también la deshidratación, la hipotermia y la fauna marina peligrosa. A su ritmo actual, le tomaría poco más de 56 horas completar el trayecto, un poco por encima de su cálculo inicial. De ser así, llegaría a la Florida el domingo por la tarde.

Si tiene éxito, será la primera mujer en nadar entre Cuba y la Florida sin el beneficio de una jaula de protección contra los tiburones. En cambio, depende de un dispositivo que la rodea de un campo eléctrico como defensa. Su equipo de apoyo consiste en más de una docena de navegadores, auxiliares y personal médico que la escoltan en el catamarán Sealuver de 13 metros (44 pies).

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