Negro Veras pone a circular un libro autobiográfico

Santiago. El jurista Ramón Antonio –Negro- Veras puso a circular su libro “Parte de mi vida: Para mis hijos, nietas y nietos”, en la sala principal del Gran Teatro del Cibao.

Santiago. El jurista Ramón Antonio –Negro- Veras puso a circular su libro “Parte de mi vida: Para mis hijos, nietas y nietos”, en la sala principal del Gran Teatro del Cibao.El acto organizado, en el que participaron representantes de diversos sectores del país, fue organizado por la rama femenina contra el cáncer y la familia Veras Rodríguez. El prologuista del libro, el escritor José Israel Cuello, resaltó que Negro Veras dejará una huella de servicios impresionantes aquí y en muchas partes del mundo.

Destacó que Negro Veras ha sido desafiante y ha hecho del proceso judicial un interminable laberinto donde la injusticia se ceba por décadas en las laceradas espaldas de los agraviados y han buscado amparo en las  instituciones.

“Al leer este texto, puede apreciarse en qué medida el ejercicio permanente de desventura le ha permitido hacer esta coherente y precisa exposición de cómo se construyó su carácter, que es su vida”, precisó.

De su lado, Rafael Emilio Yunén presentó la obra compuesta de tres capítulos titulados “Solamente”, “Algo más” y “Mucho más para mis hijos, nietas y nietos”, y explicó que en un principio fueron escritos para sus descendientes, pero luego los dio a conocer a algunos amigos, que lo motivaron a que lo publicara.

Negro Veras agradeció a las personas que colaboraron para hacer posible esta publicación. Explicó que como tiene cinco hijos y 12 nietos, y ha incidido en la vida política y social del país por más de 60 años, pensó que tenía que dejarles algo por escrito sobre su vida, contándoles todas las peripecias por las que pasó, ya que no siempre vivió una vida holgada como las que ellos han vivido y han visto.

Dedicó el acto a dos personas: a María Idalia Veras, su madre, y con ella a todas las mujeres del mundo que luchan contra la opresión en todas sus manifestaciones; y a su padre espiritual Manuel Alcibíades Veras, y con él a todos los hombres víctimas de las discriminaciones por su preferencia sexual. Dijo que cada capítulo de su obra termina con unas reflexiones.

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