Alexis Candelario: un novato de 34 años que impacta en Lidom

Alexis Candelario ni siquiera se imaginaba que sería jugador de béisbol ni que en su camino hacia las Grandes Ligas atravesaría por una muralla de obstáculos. Hasta ahora es uno de los mejores lanzadores en el torneo invernal con efectividad de…

Alexis Candelario ni siquiera se imaginaba que sería jugador de béisbol ni que en su camino hacia las Grandes Ligas atravesaría por una muralla de obstáculos. Hasta ahora es uno de los mejores lanzadores en el torneo invernal con efectividad de 1.70, con 33 ponches en más de 42 entradas.

A pesar de que sólo tiene récord de 2-1 en ocho salidas debido a que no ha recibido el apoyo de sus compañeros se ha convertido en la pieza principal de la rotación abridora de las Estrellas Orientales en esta pelota invernal. Algo clave de Candelario: con su actitud le ha demostrado a los incrédulos que los sueños no tienen límites, edad o fronteras.

Sí, porque el derecho que se ha dejado sentir en la lomita del estadio Tetelo Vargas en San Pedro de Macorís, con el apellido Candelario en su espalda, tiene 34 años y cuando se suponía que a esa edad debió colgar los spikes y los guantes, está lanzando tras 15 años de ausencia en su tierra que lo vio nacer, convirtiéndose en uno de los serpentineros más efectivos del torneo invernal dominicano. “Muchas cosas, inclusive, vienen al principio, en mi caso, han llegado al final. Pero, estoy muy agradecido de Dios”, dijo Alexis a elCaribe.

Candelario fue elegido por las Estrellas como primera selección en el sorteo de novatos, este año.

Por su determinación Candelario no ha dejado de luchar. Incluso cuando ha caído en el abismo, como por ejemplo las cuatro veces que ha decidido retirarse, ha regresado en cinco para enseñar que en la vida nunca se deja de luchar.

Su inclusión por el béisbol comenzó a los 14 años, pues solo practicaba baloncesto en el Club San Lázaro hasta que su hermano Rafelito lo vio y lo convenció de jugar béisbol, y luego decidió inscribirlo en el Centro Olímpico. “Duré dos años practicando y firmé a los 16.

Me firmaron los Padres de San Diego en el 2001, Félix Francisco. En realidad lo mío no era el béisbol pero gracias a Dios, me dio ese talento”, relató Alexis.

Con un bono de 25 mil dólares, Alexis inició su travesía por el béisbol profesional, pero su vida dio un giro inesperado cuando los Padres rescindieron de sus servicios en el 2005.

“En San Diego, no daba el perfil que ellos andaban buscando. Me encontré sin ánimos pero aún con ganas de batallar”, afirmó Alexis, quien ha militado por seis ligas. No recibió ofertas del béisbol estadounidense, por lo que se mantuvo activo en la Liga Invernal Veracruzana, en la Liga el Norte de México (verano) por nueve años y, principalmente, en Nicaragua (invierno) donde lanzó dos campañas hasta que llegó la oportunidad de ir a Italia. “No sólo trabajé béisbol en México para mantenerme, también hice trabajos de tabacalera y además, pinté casas”, añadió el lanzador derecho.

Luego, en las campañas 2013-2014 y 2014-2015, brilló con Gigantes de Rivas en Nicaragua, antes de ser fichado por el equipo Rimini en la Liga Italiana de Béisbol, club con el que exhibió balance de 8-2 y 1.97 de efectividad.

Pero, fue en el 2014 cuando en un lapso de ocho meses atravesó su peor momento al estar alejado del béisbol profesional y dedicarse a trabajar para mantener a su esposa y a sus tres hijos. “Tuve que irme de México porque no me dieron la oportunidad teniendo buenos números y me dejaron libre, nadie quiso firmarme y tuve que irme a los Estados Unidos, a trabajar construcción”, dijo Candelario, quien es nativo de Azua.

“En ese momento, la vida me pone a elegir entre el béisbol o proveerle a ellos de un trabajo seguro”, expresó.

Candelario tenía que levantarse, todos los días a las 5:30 de la mañana y trabajar en construcción hasta las 5:00 de la tarde, después comía algo y se iba a practicar a las ocho de la noche a un estadio de béisbol que quedaba a pocas cuadras de su hogar.

Los domingos jugaba en una Liga Dominguera hasta que recibió una llamada de Italia para ir a jugar.

César Suárez advirtió su presencia en el béisbol de Italia y, luego de preguntarle si estaría interesado en lanzar en Venezuela, lo recomendó al alto mando de los Tiburones de La Guaira. Después de ahí, todo mejoró. Su mejor momento fue el invierno pasado, cuando estuvo con La Guaira en Venezuela y, más tarde, en la Serie del Caribe en su natal Dominicana.

“Nunca perdí la fe. A mis 34 años no me queda mucho, pero tampoco me queda poco. Tengo que lograr muchas cosas todavía”, dijo Candelario, quien el 27 de noviembre firmó un contrato con los Dodgers de los Angeles, con invitación a los campos de entrenamiento. l

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