Hoy conmemoramos el ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo. Es necesario no olvidar la oprobiosa era trujillista, que tanto daño causó al alma dominicana.
Y lo hacemos precisamente para que no se repita una historia de un hombre que aprovechó debilidades institucionales, veleidades humanas y las condiciones generales que propiciaron su ascenso al poder. Desde sus primeros días, se impuso por la fuerza. Y su dominio se extendió más allá del control del Estado, para penetrar hasta las psiques de las personas.
La tiranía lo envenenó todo por demasiado tiempo. Y sólo en algunos momentos luminosos encontramos la rebeldía materializada en héroes y heroínas, que siempre deben ser reconocidos por su valor y sacrificio, porque había que ser de una estirpe muy especial para enfrentar el brazo del tirano que con frecuencia traspasaba las fronteras nacionales.
En este 30 de mayo, reafirmémonos en los ideales de libertad y democracia, para nunca jamás permitir que un tirano como Trujillo se asiente en el solio presidencial.
El premio de Mármol
José Mármol, nuestro querido poeta, ha obtenido el Premio Casa de América de Poesía Americana por su obra “Lenguaje del mar”, auspiciado por Casa de América, Madrid, España. El jurado valoró “la madurez lírica de un poeta que aborda el tradicional tema del mar con voz propia”. Y lo eleva a la categoría de poetas como Pedro Salinas, Rafael Alberti o Juan Ramón Jiménez, cuando trata el tema central del libro, los paisajes marinos.
Pese a los premios, Mármol sigue siendo un joven poeta y un extraordinario ensayista, con una obra consumada, no sólo por el volumen, sino por la calidad. Es, además, un ser humano excepcional.
Entre sus obras más destacadas están “El ojo del arúspice”, “Encuentro con las mismas otredades I”, “Encuentro con las mismas otredades II” y “ La invención del día”, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1987. También es autor de “Lengua de paraíso”, con la que fue galardonado con el Premio de Poesía Pedro Henríquez Ureña. Felicitamos a este orgullo dominicano, que tanto honra las letras nacionales.
