El Pabellón sigue muy mal (1 de 2)

Se acerca el tercer domingo de octubre día en el que la cúpula del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano realizará el tradicional acto en el que se exaltan -a la inmortalidad- atletas del país. También son inmortalizados entrenadores deportivos

Se acerca el tercer domingo de octubre día en el que la cúpula del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano realizará el tradicional acto en el que se exaltan -a la inmortalidad- atletas del país. También son inmortalizados entrenadores deportivos, dirigentes y connotados miembros de la prensa deportiva. La semana pasada, en esta misma columna, escribí que tenía la esperanza de que esta vez, el tercer domingo de octubre de 2015, los directivos del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano no se volvieran a equivocar. Es decir, que por justicia fueran exaltados dos grandes del deporte nacional: los doctores Humberto Rodríguez y Ramón Pina Acevedo, el primero un conocido médico-ortopeda y experimentado entrenador de baloncesto, y el segundo veterano abogado y expresidente, en dos períodos seguidos, de la Organización Mundial de Boxeo.

Pina Acevedo, además, se desempeñó, durante 22 años, como Comisionado Nacional de Boxeo.

Ya el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, a través de su presidente -el distinguido jurista y consagrado deportista- Luis Scheker Ortiz, dio a conocer los tres primeros nuevos exaltados para este año. Obviamente, no figuran los nombres de Humberto Rodríguez y Pina Acevedo… ¡ellos siguen en el banco de la inmortalidad!

El colega Héctor Gómez, Editor Deportivo de la Z-101, al leer mi anterior artículo quedó asombrado. Porque no sabía que Pina Acevedo y Humberto Rodríguez no pertenecen al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Entonces recordó la manida frase de “es que nadie es profeta en su tierra”.

¿Un nuevo error?

Al anunciar que Horacio Veras Gómez, Arturo Morales y el exboxeador Miguel Montilla serán los nuevos exaltados, reaccioné. Y postulé: Veras Gómez y Morales, como precursores, merecen ir a la inmortalidad, pero no Miguel Montilla. Parecería paradójico que un hombre de boxeo como quien escribe critique la exaltación de Montilla. Pero repito esta frase periodística: “No ocultar la verdad ni exhibir la mentira es ser periodista”. En la próxima entrega expondré por qué Montilla, quien es mi amigo y es un hombre decente, no califica para la inmortalidad.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas