Al momento de escribir esta columna, el promotor Bob Arum, presidente de la compañía Top Rank, había emprendido viaje para Filipinas donde se iba a entrevistar con Manny Pacquiao, ¡ su mejor cliente en el negocio del boxeo!
Su reunión con el estelar púgil filipino, sólido campeón welter de la Organización Mundial de Boxeo (CMB), busca oficializar otra millonaria pelea.
Vale decir, que Pacquiao acepte enfrentar por cuarta ocasión al aguerrido boxeador mexicano Juan Manuel Márquez.
Es probable que cuando este artículo salga publicado ya haya una definición sobre el esperado combate…¡porque está bien claro que Pacquiao le dirá que sí a Bob Arum”!
Bob Arum, sin embargo, le plantearía a Pacquiao que, además de JM Márquez, hay en lista otros posibles rivales.
Miguel Cotto y Timothy Bradley son también posibles (¿?) rivales de Pacquiao para su próxima pelea.
Es lo que tiene en carpeta el sagaz promotor estadounidense. Aunque él sabe que ese proyecto no es más que “un bulto promocional”.
Porque donde está el gran dinero es en el cuarto combate Pacquiao-Márquez.
Es una necesidad para el boxeo
Como lo he planteado en otras columnas, la cuarta pelea entre Márquez y Pacquiao es una “necesidad” para el boxeo.
Porque con su resultado se van a despejar todas las incógnitas dejadas en el combate anterior montado el pasado 12 de noviembre en la arena del hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, estado de Nevada (Estados Unidos).
Hay consenso entre los analistas del boxeo que los tres pleitos protagonizados por estos dos titanes del pugilismo mundial han sido bien reñidos… ¡y disfrutados por la exigente fanaticada del boxeo!
Este cuarto combate Pacquiao-Márquez, como lo expuse en otros artículos, podría celebrarse a finales de mayo o principios de junio.
Respecto a Floyd Mayweather (Jr) y la tan reclamada pelea contra Pacquiao, hay que seguir esperando.
