Aunque haya quien crea que llovemos sobre mojado. Insistimos: Los que estiman que ha pasado, o está pasando, el tiempo político de Leonel Fernández, que se revisen, porque, como dice un amigo mío, aquí habrá Leonel para mucho rato. Y dejémoslo ahí, por ahora…
Con Santanita
La mujer del César no solamente debe ser seria sino también parecerlo, máxima que viene desde la antigüedad y que deberían asimilar y aplicar quienes manejan fondos públicos, no solamente en instituciones gubernamentales, sino también en organizaciones privadas (ONG, partidos políticos, etc.), de esas que, a veces con extrema discreción, reciben recursos del Estado, sea como subsidios o aportes especiales u ocasionales para su funcionamiento, ya que se trata de fondos que provienen del erario, es decir, que son el resultado de los aportes de los contribuyentes, y la fiscalización de los organismos correspondientes (léase Contraloría General de la República y/o Cámara de Cuentas) les incluye en su jurisdicción y vigilancia. En consecuencia, las pesquisas contables de esas entidades constituyen acciones de fe pública y su difusión no está llamada a ser considerada como un delito punible de medidas cautelares y/o coercitivas de ningún tipo. Basado en esa premisa, no hay razón para que, por ejemplo, la Federación Dominicana de Ciclismo y algunos de sus jefecitos persigan coaccionar con sometimientos judiciales a quienes han difundido la apreciación emitida por auditores que cuestionan algunos manejos de fondos en esa institución, así como inconductas personales de dirigentes y miembros de la entidad contra quienes las autoridades han hecho caer el peso de la(s) ley(es) cuya violación, a veces en serie, se les atribuye. Es el método aplicado contra el colega Rafael G. Santana, clubista consumado y dedicado, al que queremos expresar nuestra solidaridad. Que cuele su café claro todo el que maneja fondos públicos…
