Lejos de parecer una plaza pública para el esparcimiento de la ciudadanía, el parque Santa Bárbara, en las inmediaciones de la Zona Colonial, luce abandonado y sucio. El descuido se evidencia en sus fuentes, que se encuentran llenas de basura y aguas negras donde se crían mosquitos e insectos.
La tarja que identificaba esta plaza que una vez sirvió como punto de reunión para los constitucionalistas, fue robada hace tiempo sin que nadie se haya preocupado por restaurarla para que las generaciones actuales conozcan su historia.
Sus jardineras están llenas de maleza, y la yerba crece sin control.
En la pequeña placita ubicada entre la Meriño y la Mella, también hay una planta de tratamiento de agua, que no está en funcionamiento, cuya cisterna es utilizada para depositar escombros y es criadero de insectos que ponen en peligro a los residentes del entorno.
El lugar es ocupado por los guagüeros de San Cristóbal y venduteros que también contribuyen a la arrabalización del parque. Muchos recuerdan como hoy la visita del síndico Roberto Salcedo junto a una comitiva de cooperantes españoles, que acordaron rehabilitar la emblemática plaza, conocida por los lugareños como el parque de los vagos.
Es el caso de Domingo de la Rosa, un limpiabotas que lleva en el lugar desde el año 1984, quien afirma que tras el primer picazo en septiembre de 2010 nadie ha vuelto al lugar.
