La pasada asamblea del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que no terminó a rabazos, y ha recibido el elogio generalizado, parece que no se aproxima al final feliz que todos celebramos.
Dicen que con la aprobación del padrón –versión de los 2,155 delegados- salió ganando el sector más conservador, aliado de Amable Aristy y su gente, lo que presagia problemas en la asamblea del 26 de enero para renovar a las autoridades reformistas.
Que la pelea verdadera tendrá precisamente como escenario el Día de Duarte, y que ya Amable, tiene en los bolsillos un montón de delegados.