Un plan nuevo que luce viejo

El nuevo plan de seguridad ideado por la gestión del presidente Danilo Medina tiene pocas novedades.

El nuevo plan de seguridad ideado por la gestión del presidente Danilo Medina tiene pocas novedades. Es casi idéntico a las líneas de acción del Plan de Seguridad Democrática desarrollado por el gobierno del ex presidente Leonel Fernández, que costó miles de millones de pesos al Estado, sin llenar las expectativas sociales creadas en torno a este esfuerzo.

Aspectos como la reforma policial, la línea de emergencia 911, la instalación de cámaras de video vigilancia en zonas estratégicas, así como el control de armas de fuego y el reforzamiento del patrullaje preventivo en las calles no fueron elementos noticiosos para un población que tenía más de seis meses a la espera de que las autoridades presentaran un plan realmente diferente.

Ya las cámaras de vigilancia tienen varios años en ejecución. Gracias a esta innovación tecnológica, la Policía ha podido resolver importantes casos de investigación criminal. Y la reforma policial es un debate que data desde mucho tiempo antes de la entrada en vigencia de este nuevo plan preventivo.

Entre lo más novedoso del plan de seguridad de Danilo Medina está la idea de modificar el artículo primero del decreto 319-06, que crea el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, para que en vez del ministro de Interior y Policía quien en lo adelante coordine este organismo sea el presidente de la República.

El Consejo Nacional de la Seguridad Ciudadana tendrá la dirección del Observatorio de Seguridad Ciudadana, que se encargará de “planificar, coordinar, producir y evaluar la inteligencia interinstitucional para la prevención de la criminalidad y la violencia”.

Esto último contradice el discurso pronunciado por el presidente Medina el día de la toma de posesión, el pasado 16 de agosto. Medina dijo en ese momento que quería una Policía nueva y moderna. “Y para lograrlo, en primer lugar, impulsaremos la reforma integral de la Policía Nacional, bajo el liderazgo del Ministerio de Interior y Policía”.

Sin embargo, con Danilo coordinando el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, estas funciones no recaerán en esta ocasión sobre Fadul, como el mismo mandatario dispuso.

Otro “librito”

El Plan de Seguridad anunciado la semana pasada por el Gobierno demostró también que en República Dominicana no existe una política de Estado orientada en este sentido, sino que cada gobierno inventa o intenta crear las suyas.

Este plan no figura siquiera en un documento contentivo de cada uno de los puntos que regirán la política anticrimen.

Más bien, cada institución vinculada al tema de la seguridad presentó de manera particular su apuesta, en una iniciativa que el propio Medina vendió como la panacea de los altos índices de criminalidad que afectan a toda la población.

El plan fue presentado por pedazos. Con un discurso distinto, delante de Medina, desfilaron el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo; el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul (Monchi), y el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito.

Igualmente, el jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, y los jefes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo, y de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), Juan Brown Pérez.

Todos leyeron discursos de planes individuales, pero que a juicio del Gobierno conforman el todo del plan de seguridad que la sociedad esperaba.

Se ignora si existe un cronograma de actividades, con un calendario que defina objetivos generales y específicos y fechas preestablecidas para verificar o evaluar su cumplimiento.

El plan de Medina, como bien precisó Gustavo Montalvo, ministro de la Presidencia, “se sustenta en dos pilares fundamentales e inseparables, la persecución del delito y la prevención del delito”.

Desde el punto de vista de Montalvo, la combinación de estos dos elementos “es la única manera en que lograremos resultados duraderos”.

Quizás por eso se obvió a los grupos sociales que han mostrado  interés en trabajar de la mano con el Gobierno para enfrentar con éxito la delincuencia.
Al acto de presentación del plan de seguridad de Danilo Medina solo asistieron aquellos que representan los órganos represivos y de persecución del Gobierno, como bien apuntó Montalvo.

Esta actitud refuta el primer eje de acción de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), en lo relativo a la seguridad ciudadana.

Este pilar esboza: “asegurar la debida coordinación y articulación entre las instituciones especializadas, organismos comunitarios y población en general, en el diseño y ejecución de las políticas de prevención, vigilancia y persecución del delito, el crimen y la violencia ciudadana, incluyendo la violencia de género y contra niños, niñas y adolescentes, con el propósito de lograr la construcción de comunidades seguras”.

El optimismo del Presidente

Cuando el pasado 27 de febrero hizo su primera rendición de cuentas, Medina dejó ver lo contrario de que lo muchos piensan de este plan de seguridad.

“Por su importancia y complejidad, este es un asunto que debe ser tratado con total responsabilidad y en el que no hay espacio para la improvisación”, dijo.
Aseguró que los comisionados para trabajar el plan hicieron una “evaluación profunda” de muchas variables, hasta llegar a una propuesta consensuada y que diera respuesta a las necesidades del país. Reconoció que en materia de planificación de políticas de seguridad ciudadana, “nuestro país ya ha pasado por diferentes  experiencias que no han dado los resultados esperados”.  Por eso esperaba que esta intención “se convierta en política de Estado”.

Fadul defiende iniciativa; dice que es una prioridad

Fadul dijo ayer que el Plan Integral de Seguridad Ciudadana es una necesidad y que Medina lo ha asumido como una prioridad fundamental. Expresó que la implementación de la reforma policial es una urgencia, pero que el problema de la criminalidad y la delincuencia no se resuelve de un día para otro.“No es que estamos haciendo un pacto en estos momentos con la delincuencia para que no me roben; no me atraquen o no me maten”, destacó Fadul. Sostuvo que el problema de la inseguridad no es exclusivo de la República Dominicana, y que aunque eso no es una excusa, se está viendo en todas partes del mundo y en muchos países con mayor índice que el nuestro.

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