Plazos fatales

L os plazos fatales para la insubordinación a la institucionalidad perredeísta se están acercando peligrosamente, con el riesgo de que muchos de los que escuchen y se dejen llevar de los radicaloides que medran en el grupo que sigue las orientaciones del presidente Hipólito Mejía para mantener una postura levantisca e irracional de desobediencia interna a la dirección partidaria, se puedan quedar como perico en la estaca u oliendo donde guisan, si se marginan totalmente del proceso convencional que está en marcha. El raciocinio y la prudencia han de imponerse porque son muchos los que de corazón son perredeístas y sienten su partido entre los insurgentes. La verdad sea dicha: No todos ahí son radicales y tozudos. Además, son necesarios para la buena marcha y avance de las potencialidades del partido blanco, de cara a la cita que se acerca en las urnas. Compañeritos: Cabeza fría y corazón caliente…
Pacheco
está claro
Mi amigo de siempre Alfredo Pacheco está actuando con pies de plomo. No se va de su partido, dice que nadie lo desmonta de ese caballo, y va por seguir en la presidencia del muy importante y estratégico comité del Distrito Nacional. Según sus palabras,  “Para un dirigente de tradición como yo, esta es una situación dolorosa, uno lo ve en el partido en el que uno ha militado desde hace 38 años, y lo que ve es que al final, el PRD va a salir perdiendo mucho. No puedo predecir lo que va a pasar”. Pacheco está clarisímo en su convicción de que la regla de los promedios no favorece a los que salen del PRD. “Soy perredeísta, no importa lo que pase… de ahí no me desmonto”. Y sobre el anuncio del nuevo frente opositor Convergencia, del cual forman parte Hipólito Mejía y Luis Abinader en alianza con otros partidos, dice que respeta su decisión, “pero yo le hubiese recomendado a Abinader que se mantuviera al margen de la división interna, porque considero que ni Hipólito ni Miguel garantizan la unidad monolítica del PRD”. ¡Hummm..!