Juan Manuel Márquez, en este tercer combate con Manny Pacquiao, está en la obligación de salir por la puerta del triunfo. Es un objetivo bastante difícil de ver realizado.Si logra echar por el piso los vaticinios de los expertos, entonces habrá que colocarlo en lo más alto de la cima del boxeo mundial.
Pero ¿en realidad Márquez estará en capacidad de vencer a la “mole” de Pacquiao? La respuesta deberá, el 12 de noviembre, salir de los puños del veterano mexicano ganador de tres fajas mundiales en otras tantas divisiones.
Como lo expuse en la segunda entrega de esta serie de artículos, Márquez está en la “necesidad” de salir airoso… ¡si es que quiere mantenerse en el boxeo activo!
De lo contrario, el bravo gladiador azteca deberá colgar los guantes e irse a casa con la satisfacción de haber terminado una gloriosa carrera profesional.
Una misión casi imposible
La misión de Márquez ante Pacquiao es casi imposible pues va a contender frente a un peleador que está en su mejor momento. Un rival que en los últimos siete años prácticamente no ha tenido enemigos de consideración.
En el 2004 Márquez realizó (quizás) su mejor combate en su largo historial profesional.
Fue tan eficiente su trabajo en aquel pleito que después de su agonizante primer round, Márquez debió ser declarado ganador. La pelea, que se montó por el campeonato pluma, fue declarada empate. Un empate que protegió a Pacquiao.
Y en la revancha, en la categoría ligero junior y organizada en 2008, Márquez volvió a dar una demostración de alta capacidad. La victoria fue para Pacquiao, pero una decisión (dividida) muy cuestionada.
Sin embargo, en este 2011 lo más probable es que no se presente con la eficiencia, con una respetable pegada y con rapidez de manos y piernas, como lo hizo en 2004 y 2008.
El espacio no alcanza para seguir con el análisis, pero estaré en Las Vegas, escenario del combate, y tendré la oportunidad de ser un testigo objetivo…y hablar con más autoridad de lo que podría pasar el 12 de noviembre.
