La prensa adulona y servil es nociva, prejudicial y dañina. Puede hacer mucho daño cuando oculta la verdad y fomenta la mentira. Promueve el atraso. Las dictaduras incentivan la prensa adulona. La democracia promueve la prensa crítica, el debate libre de las ideas. Aunque resulte molestosa, muy especialmente a los sectores que son centro de críticas y denuncias en los medios. No hay dudas de que molesta, atormenta. Los que más odian la prensa son siempre aquellos sectores enquistados en el poder. Pero al final, la mayoría gana. Porque la democracia crece. No es casual, entonces, que la democracia sea mucho más fuerte en los países donde hay más prensa crítica, puntillosa, contestataria. Los ejemplos están claros en Estados Unidos, Francia, Londres, Canadá.
La era del Nuevo Periodismo –que ya no es tan nuevo porque comenzó en la década de los 60- ha sido rica en el desarrollo de una nueva forma de comunicación social efectiva, profunda, refrescante. El Nuevo Periodismo, creado por Tom Wolfe en los Estados Unidos, y por Gabriel García Márquez en América Latina, desafía la creatividad de los periodistas. Es histórica la serie de reportajes “El Retrato de un Náufrago” con el cual García Márquez estremeció a Colombia y al mundo al denunciar, de frente a un régimen militar, el vínculo de militares con el narcotráfico y la desaparición de una embarcación en Colombia.
Antes que en América Latina, ya en Estados Unidos la generación del 60 había hecho historia al denunciar en semanarios como el Villace Voice todo el estiércol, la basura, de la sociedad de la revolución sexual, las drogas, lo hippies y las armas. Es que la misión del Nuevo Periodismo es precisamente esa: mostrar todo el lado putrefacto, oscuro, hediondo de las sociedades. Pero lo hace con recursos de la narración, la ficción, de la poesía, el cuento o la novela, los tres salones de lujo de la literatura universal. Todo al servicio del realismo mágico y la verdad de los hechos. Contra las dictaduras y el totalitarismo.
En una democracia como la dominicana con instituciones muy débiles, la prensa adulona es terriblemente dañina, peligrosa. Por eso tiene tanto valor profesional el ejercicio del periodismo rabioso, independiente, como lo ha ejercido Ramón Colombo, a lo largo de los últimos 47 años, desde el ángulo del Nuevo Periodismo. “Memorias de aquellos años duros” es una crónica realmente cruda,pero elegante, fina, del realismo mágico dominicano. Un retrato fiel, imperecedero, de la vida nacional. A diferencia de la crónica simple, común y corriente, los reportajes de Colombo son de vida eterna. Permanecerán frescos, vigentes, a los ojos del lector más exigente de la posteridad. Por los siglos de los siglos. Amén.
