La presidencia ha atraído a grandes estrellas del arte

El año que viene Rubén Blades se despide de la salsa y vuelve al terreno político, en el que ya ejerció de ministro de Turismo de Panamá (2004-2009), buscó convertirse en presidente de su país (1994), sin éxito,…

La presidencia ha atraído a grandes estrellas del arte

El año que viene Rubén Blades se despide de la salsa y vuelve al terreno político, en el que ya ejerció de ministro de Turismo de Panamá (2004-2009), buscó convertirse en presidente de su país (1994), sin éxito, y ahora buscará la revancha.

El año que viene Rubén Blades se despide de la salsa y vuelve al terreno político, en el que ya ejerció de ministro de Turismo de Panamá (2004-2009), buscó convertirse en presidente de su país (1994), sin éxito, y ahora buscará la revancha. “Preferiría no hacerlo, pero, francamente, no veo a nadie en Panamá que esté considerando reformular nuestro argumentario político presente, ni veo a alguien con la suficiente autoridad o credibilidad con la que explicar y aplicar su contenido a la población”, afirmó recientemente el intérprete de “Pedro Navaja” al periódico El Mundo.

En los últimos tiempos ha crecido la lista en la que el expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan sigue figurando como el mayor emblema. El fallecido mandatario republicano fue la primera estrella de cine que culminó con éxito la aventura.

Actor regular de la segunda división hollywoodense entre las décadas del 30 y 60 del siglo XX, su inquietud política derivó luego en una participación activa, que lo llevó a conquistar la gobernación del estado de California en 1966. Luego vendrían dos poco exitosas precandidaturas presidenciales, hasta que en 1980 logró la presidencia de Estados Unidos. En 1984 fue reelegido.

De la actuación también surgió un presidente en Filipinas: Joseph Estrada, quien tras filmar cerca de 100 películas entró a la política en 1969, para lograr la jefatura del Estado en 1998. En 2012, el senegalés Youssou N’Dour peleó por la presidencia de su país, con el fin de impedir que sea reelecto Abdoulaye Wade. Finalmente, las elecciones la ganó el actual presidente Macky Sall.

Pero la música también ha aportado nombres a esta lista antes de Youssou N’Dour. Tampoco tuvo suerte en sus aspiraciones el rapero Wyclef Jean, exintegrante de The Fugees y quien luego desarrollara una carrera en solitario, incluyendo colaboraciones tan recordadas como “Hips don’t lie”, junto a Shakira. El hiphopero quiso llegar a la presidencia de su natal Haití en 2010, pero se quedó en el camino por problemas de residencia. Lo curioso es que quien se quedó con el sillón fue nada menos que otro cantante: Michel Martelly, conocido por el nombre artístico de Sweet Micky.

La literatura. También ha dado lo suyo en esta esfera. Un caso exitoso lo encabeza el fallecido Vaclav Havel, reconocido dramaturgo que en 1989 ganó la primera elección presidencial de la Checoslovaquia post comunista. En 1993 repitió el triunfo, ahora como presidente de la recién creada República Checa.

Menos éxito, en tanto, tuvo el Premio Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, quien en 1990 se presentó como candidato a la presidencia de su país, tras pasar a los primeros planos de la actividad política en la década anterior. Sin embargo, el escritor fue derrotado por Alberto Fujimori, de quien luego se transformaría en uno de sus más férreos opositores, aunque más desde su rol como intelectual y líder, que como político activo. Chile también tiene un caso reciente de candidato presidencial con origen artístico. Se trata de Marco Enríquez-Ominami, quien en 2009 resultó tercero en la primera vuelta, tras Sebastián Piñera y Eduardo Frei. El actual líder del Partido Progresista se había desempeñado previamente como diputado, pero antes de eso había desarrollado una extensa carrera como director de cine y televisión, en la que anotó como su mayor éxito la serie “La vida es una lotería”.

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El año que viene Rubén Blades se despide de la salsa y vuelve al terreno político, en el que ya ejerció de ministro de Turismo de Panamá (2004-2009), buscó convertirse en presidente de su país (1994), sin éxito, y ahora buscará la revancha.“Preferiría no hacerlo, pero, francamente, no veo a nadie en Panamá que esté considerando reformular nuestro argumentario político presente, ni veo a alguien con la suficiente autoridad o credibilidad con la que explicar y aplicar su contenido a la población”, afirmó recientemente el intérprete de “Pedro Navaja” al periódico El Mundo.

Las aspiraciones presidenciales de los artistas no son cosa nueva. En los últimos tiempos ha crecido la lista en la que el expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan sigue figurando como el mayor emblema. El fallecido mandatario republicano fue la primera estrella de cine que culminó con éxito la aventura.
Actor regular de la segunda división hollywoodense entre las décadas del 30 y 60 del siglo XX, su inquietud política derivó luego en una participación activa, que lo llevó a conquistar la gobernación del estado de California en 1966. Luego vendrían dos poco exitosas precandidaturas presidenciales, hasta que en 1980 logró la presidencia de Estados Unidos. En 1984 fue reelegido.

De la actuación también surgió un presidente en Filipinas: Joseph Estrada, quien tras filmar cerca de 100 películas entró a la política en 1969, para lograr la jefatura del Estado en 1998. En 2012, el senegalés Youssou N’Dour peleó por la presidencia de su país, con el fin de impedir que sea reelecto Abdoulaye Wade. Finalmente, las elecciones la ganó el actual presidente Macky Sall.
Pero la música también ha aportado nombres a esta lista antes de Youssou N’Dour. Tampoco tuvo suerte en sus aspiraciones el rapero Wyclef Jean, exintegrante de The Fugees y quien luego desarrollara una carrera en solitario, incluyendo colaboraciones tan recordadas como “Hips don’t lie”, junto a Shakira.
El hiphopero quiso llegar a la presidencia de su natal Haití en 2010, pero se quedó en el camino por problemas de residencia. Lo curioso es que quien se quedó con el sillón fue nada menos que otro cantante: Michel Martelly, conocido por el nombre artístico de Sweet Micky.

Entre la literatura

La literatura también ha dado lo suyo en esta esfera. Un caso exitoso lo encabeza el fallecido Vaclav Havel, reconocido dramaturgo que en 1989 ganó la primera elección presidencial de la Checoslovaquia post comunista. En 1993 repitió el triunfo, ahora como presidente de la recién creada República Checa.

Menos éxito, en tanto, tuvo el Premio Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, quien en 1990 se presentó como candidato a la presidencia de su país, tras pasar a los primeros planos de la actividad política en la década anterior. Sin embargo, el escritor fue derrotado por Alberto Fujimori, de quien luego se transformaría en uno de sus más férreos opositores, aunque más desde su rol como intelectual y líder, que como político activo.

Chile también tiene un caso reciente de candidato presidencial con origen artístico. Se trata de Marco Enríquez-Ominami, quien en 2009 resultó tercero en la primera vuelta, tras Sebastián Piñera y Eduardo Frei. El actual líder del Partido Progresista se había desempeñado previamente como diputado, pero antes de eso había desarrollado una extensa carrera como director de cine y televisión, en la que anotó como su mayor éxito la serie “La vida es una lotería”.

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