El discurso del presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), en el Almuerzo Mensual de la Cámara Americana de Comercio, puso nuevamente en el tapete un tema que por su singular importancia será siempre capaz de reavivar el debate multisectorial, aunque luzca recurrente.
Las palabras del empresario Rafael Blanco Canto llegan justo cuando el país apenas se repone de un proceso electoral celebrado en un contexto socio-político caldeado y con acentuadas actitudes de confrontación.
Sus fuertes pronunciamientos contra el sistema de partidos y los órganos de regulación electoral hicieron incluso eco dentro del Gobierno y del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Y no es para menos. Blanco Canto arremetió sin reservas contra la forma en que se conducen los partidos políticos de República Dominicana, llegando a decir que el actual sistema está colapsado.
Aunque mi apreciación sobre el tema guarde distancia de ciertos puntos tocados por Blanco Canto, pienso que si sus opiniones despertaron gran interés en amplios sectores de la vida nacional, fue porque indiscutiblemente existe la necesidad urgente de iniciar sin demora un proceso de reformas orientado a fortalecer la institucionalidad democrática en República Dominicana.
Y, obviamente, estas reformas deben incluir la aprobación de la muy dilatada ley de partidos y una nueva Ley Electoral. Debe ser así, porque cada vez más vemos cómo pierde credibilidad una actividad que nos concierne a todos como sociedad.
Sin embargo, muchos han dejado de creer en la política, y esa es una señal preocupante y peligrosa, porque de continuar ese derrotero el final que nos depara no estaría muy lejos de lo descrito por Blanco Canto.
¿Quiénes seguirán representándonos? ¿Los que precisamente resisten el cambio de las reglas de juego para hacer más productivo el ejercicio político en nuestro país? Por eso hay que legislar y exigir esos cambios que regulen las actividades internas y externas de los partidos. Tal vez así muchos dominicanos valiosos opten por entrar a la política.
Y este es el momento. El propio presidente Danilo Medina pidió a los congresistas que le dieran prioridad a la Ley de Partidos Políticos, inmediatamente pasara el proceso electoral. Entonces, las palabras del señor Blanco Canto, más que crear polémicas infecundas, deben ser aprovechadas para ponernos manos a la obra y enmendar lo que haya que enderezar.
Si el mundo está cambiando, pues es hora de cambiar el rumbo equivocado de la clase política local y de nuestro sistema de partidos. El pueblo lo pide a gritos.
