La prevención es clave contra dengue y zika

La aparición del primer caso de microcefalia en la provincia de Barahona, ligado posiblemente al zika-virus, enciende las alarmas de las autoridades sanitarias y coloca en punto de análisis las causas de la proliferación de las tres enfermedades…

La aparición del primer caso de microcefalia en la provincia de Barahona, ligado posiblemente al zika-virus, enciende las alarmas de las autoridades sanitarias y coloca en punto de análisis las causas de la proliferación de las tres enfermedades atribuidas al mosquito Aedes Aegyti, como el dengue, la chikungunya y el zika.

Este insecto ha encontrado en casi todos los rincones de este país el caldo de cultivo idóneo para su reproducción: almacenamiento de agua sin el debido tratamiento, ante el irregular suministro del líquido, y el mal manejo de los residuos sólidos, que se vierten indiscriminadamente en patios, calles y avenidas.

La pobre política de agua y saneamiento del país ha facilitado la expansión de estas tres enfermedades virales, que sólo en lo que va de año una de ellas le ha arrancado la vida a diecisiete personas a causa del Síndrome de Guillian Barre (SGB), asociado al zika virus, y otras 22 por el dengue, según detalla el boletín epidemiológico semanal número 22, emitido por la Dirección Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.

Desde que inició la vigilancia por la aparición del zika en el territorio nacional a finales de 2015, las autoridades sanitarias han reportado 3,771 casos sospechosos, de los cuales 536 corresponden a embarazadas con síntomas en el primer y segundo trimestre de gestación y 167 casos complicados con SGB, a los que se suman 4,671 casos probables de dengue.

Aunque la cantidad de afectados por la chikungunya, transmitida por el mismo mosquito, ha disminuido en este año, cuando apareció por primera vez en el año 2014 afectó al menos a medio millón de personas en menos de seis meses.

OPS

Según las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las acciones de prevención y control físico de los criaderos de este mosquito son las más efectivas y las de mayor impacto, por lo que exhorta a evitar que el agua se almacene en recipientes en el exterior e interior de las viviendas y sus alrededores (macetas, botellas y envases que puedan acumular agua), tapar los tanques o depósitos de agua de uso doméstico; evitar la acumulación de basura y depositarla en fundas plásticas cerradas, tirarla en recipientes cerrados; y destapar los desagües que pueden dejar el agua estancada.

Pero seguir estas recomendaciones es prácticamente imposible en un país donde menos de la mitad de la población (45.77%) tiene acceso al agua para tareas domésticas dentro de sus viviendas, según revela la más reciente Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2013).

A esto se suma la frecuencia con que las distintas corporaciones que administran el recurso sirven el líquido, que se reduce a dos o tres veces por semana, dando pie a que las personas deban almacenar el agua en tanques, cubetas, galones y tinacos, convirtiendo estos depósitos en reproductores del mosquito Aedes Aegypti.

Aunque el 67% de las viviendas posee acometidas, un estudio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), resalta que el 90% de los hogares no dispone de un suministro regular de agua apta para consumo humano.

Al hablar de la basura, el asunto es aún más preocupante. La falta de educación ciudadana, unido a la deficiente recogida de los desperdicios por parte de los distintos ayuntamientos, así como la gran cantidad de vertederos a cielo abierto, donde se deposita la basura sin ningún tipo de control sobre el impacto al medio ambiente y la salud de la población, agravan la problemática.

Según un inventario realizado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el país existen 350 vertederos a cielo abierto, el 60% de los cuales se encuentran en zonas con presencia de acuíferos y el 89% está localizado a menos de mil metros de algún arroyo, río o cañada.

Tanta relación guarda la pobre recogida de basura con estas enfermedades, que la provincia de San Cristóbal, declarada en emergencia sanitaria dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente, ha sido uno de los lugares donde más casos de zika y dengue se han reportado, motivando a que la propia ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, lanzara desde allí la antepenúltima jornada de eliminación de criaderos de mosquitos.

Mil millones para atacar el mosquito

La respuesta del Gobierno para atacar la problemática se ha manifestado a través de la movilización de miles de empleados públicos, que en lo que va de año han realizado seis jornadas para la eliminación de criaderos, con acciones de fumigación, entrega de cloro e insecticidas, así como campañas educativas a través de los medios de comunicación.

En febrero de este año, la titular de Salud Pública anunció durante una rueda de prensa celebrada en el Salón Orlando Martínez del Palacio Nacional, que el Gobierno había dispuesto mil millones de pesos para atacar el mosquito tigre, como también se conoce el Aedes Aegypti.

Ese mismo día, el presidente Danilo Medina, mediante el decreto 15-16, priorizó los procesos de compras y contrataciones de bienes, obras y servicios destinados a la educación y prevención de la presencia y proliferación del insecto.

Para el epidemiólogo Clemente Terrero, las acciones tomadas por el Gobierno para atacar estos males son correctas, aunque reconoce que existe una deuda histórica en materia de atención primaria de salud, así como a nivel social, que agrava las condiciones de insalubridad en que viven buena parte de los dominicanos. “La gente no debe vivir en esas condiciones, debe haber un mayor nivel organizativo, mejor suministro de agua, de salubridad, de disposición de excretas, de alimentación, o sea es un paquete demasiado grande, que no tomará diez o doce años resolverlo, es una deuda demasiado larga, y que alguien debe comenzar a dar los primeros pasos para saldarla”.

Salud Pública ofrecerá más detalles hoy del caso

El Ministerio de Salud informó el sábado pasado el nacimiento de un niño con malformaciones congénitas, incluida microcefalia, pero no estableció si tiene o no relación directa con el zika. Se espera que hoy la institución ofrezca más detalles sobre el bebé nacido en el hospital Jaime Mota de Barahona. El doctor Clemente Terrero explicó que los niños afectados con esta enfermedad presentan dificultades motoras y neurológicas, por lo que requieren de atenciones especializadas. Asimismo, advirtió que en este mes pudieran nacer otros niños con microcefalia.

En Cuba sólo se ha reportado un caso de zika

En Cuba sólo se ha detectado un caso autóctono del virus y otros 22 importados de Venezuela y Brasil, “sin evidencia de propagación en ningún territorio del país”, según el ministro de Salud Pública, Roberto Morales, citado la semana pasada por el diario Granma. Allí, el Gobierno realiza campañas de fumigación con militares, vigila que no haya depósitos de agua donde se acumulen los insectos y han reforzado el control en aeropuertos y puertos.

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