El coordinador de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, padre Luis Rosario, atribuyó la gran parte de los problemas que confrontan los jóvenes, a la desintegración familiar y a la pérdida de valores.
Al mismo tiempo, se quejó de la indiferencia que muestra la sociedad, en especial los medios de comunicación y el Estado, los cuales a su juicio, han asumido la filosofía del “dejad hacer, dejad pasar.”
La consecuencia de esta situación, piensa Rosario, es la proliferación entre de los jóvenes del alcoholismo, la drogadicción y otros vicios.
Rosario ofreció estas declaraciones previo a la clausura del congreso “Un pueblo joven vive y fomenta los valores familiares”, efectuado durante tres días en el Auditorio Manuel del Cabral de la Biblioteca Pedro Mir, en la Universidad Autónomo de Santo Domingo.
En la actividad fue propósito de celebrarse este 31 de enero el Día Nacional de la Juventud. Allí participaron unos 400 jóvenes.