El puro teatro de Radhamés Polanco

Radhamés Polanco tiene bien definido lo que es el teatro, y esto lo ha convertido en un inconformista, incluso consigo mismo.

Radhamés Polanco tiene bien definido lo que es el teatro, y esto lo ha convertido en un inconformista, incluso consigo mismo. Es de esos dramaturgos que están en deuda permanentemente con el público, y en su búsqueda constante de lograr “la gran obra”, esa que anhela un escritor para catapultarse.

“Siempre he tenido el interés de aportar y escribir una gran obra, porque las piezas que veo, que leo y escucho, a mí me convencen relativamente poco”, dijo a elCaribe en una entrevista. Y no es que tenga nada en contra de otros realizadores, porque, incluso, las mismas obras suyas, entre ellas las premiadas, no las valora como la gran cosa.

Sin embargo, los méritos y el reconocimiento de su obra Confesiones de una máscara, un homenaje que rinde al insigne escritor japonés Yukio Mishima, son difíciles de ignorar.

“Esta novela de Yukio Mishima, es una pieza en la que el escritor revela su condición de gay, que es una cosa de la cual muchas personas tienen tabú, yo también lo tenía. Pero con qué grandeza este hombre hace una confesión de su condición de homosexual, cómo, en una novela de aproximadamente 300 páginas, este hombre consigue hacer una obra de arte tan extraordinaria”, indicó.

Sostiene que con esta propuesta, la cual regresa desde esta noche a la sala Ravelo del Teatro Nacional, “se inaugura un ciclo diferente, un interés por el arte teatral, por el gran arte”.

Para el dramaturgo, el teatro que predomina en el país es sólo “espectáculo”, que se interesa más por las luces, los colores, el sonido e impactos inmediatos que pudiera transmitir a través de los sentidos. “Pero el sentido reflexivo y analítico no está en lo espectacular, al contrario, se anula la posibilidad del sujeto para pensar… los grandes contenidos del arte no se digieren de inmediato a través de un impacto espectacular, sino que hay que prestarle más atención. Es un teatro más reflexivo”.

Más teatro que espectáculo

“Lo que observo bastante en el medio es que hay muchas cosas. La gente me cuenta que se está produciendo mucho teatro en el país, y esa es la realidad. Y me preguntan que por qué no avanza. Les contesto que teatro puede haber mucho, pero arte teatral hay muy poco”, agregó.

La obra más nominada de los Premios Casandra 2012 (Mejor obra, Mejor director, Mejor actriz y Mejor actor), se inscribe en una de esas propuestas totalmente diferentes, que rompen con modelos establecidos, tanto por sus elementos de contenidos muy profundos y complejos, pero al mismo tiempo muy comunes en el ser humano. “Quien quiere conocer realmente lo que es el teatro como arte, tiene que ver esta pieza, porque pocas veces se han expuesto trabajos con la magnitud y el cuidado artístico que contiene”, afirmó Polanco.
“A partir de esta obra, la gente tendrá otra conciencia de lo que es el teatro y de lo que es el arte teatral en el país, tendrá otra opinión y otro referente diferente”, promete el director, con entusiasmo.

Polanco detalla que la pieza contiene elementos atractivos, como esa relación de Don Juan, el personaje principal (interpretado por Fausto Rojas), abigarrado de locura, de inconciencia y de embriagues; y por otro lado, los componentes de lo que es el arte japonés, de la tradición samurai, y códigos de valores tan poderosos y tan fuertes, como el honor.

También está el caso femenino, de la psiquiatra que encarna Luvil González. “Hay momentos que preguntamos: ¿Quién es que se ha quitado la máscara? ¿ella o él? En principio, decimos que es él que se está confesando y está mostrando sus traumas frente a ella…y luego ella, que parece contar la historia después de la muerte de él, en donde lleva a revelarse y a revelarnos, de lo que ha significado para ella ese suceso, cómo la ha transformado, cómo ella se hizo cómplice de aquel hombre”, contó. El dramaturgo aún busca escribir su “gran obra”, pero hasta ahora Confesiones de una máscara es para él su mejor trabajo.

Un trío que deja huellas en escena

“Esta puesta en escena sorprende por la plasticidad de los movimientos. También, con el vestuario y la escenografía creada por José Miura se logra una magia visual y minimalista que resalta la belleza estética de la pieza”, adelantó Polanco. “Confesión de una Máscara” cuenta con las actuaciones de Luvil González, nominada a Mejor actriz y el actor Fausto Rojas, galardonado como Mejor actor del Casandra 2012 por dicha pieza. El reconocido dramaturgo informó que los tiques están a la venta en la boletería del Teatro Nacional.

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