Tan pronto la pastora Lucy Cosme de Scourtias aceptó al señor, lo primero que él propuso en su corazón fue la idea de servir al prójimo, y qué mejor que ayudar a los niños que viven en las calles desamparados e indefensos.
Es así como surge hace 15 años la Fundación Villa Bendición, institución sin fines de lucro que en la actualidad alberga a unos 142 pequeños y adolescentes, en su mayoría huérfanos.
Lucy ha querido compartir con los lectores de este medio su experiencia en esta loable labor, además de hablar de su programa “Rosas para el alma” que se transmite por CDN La Radio.
¿Cómo inicia su labor en Villa Bendición?
Los primeros niños llegaron a mi casa y luego conseguí un lugar más grande con ayuda de todos los miembros de mi congregación, Puerta de Bendición y decidimos que esta fuera nuestra misión, servir con nuestras ofrendas, nuestros criterios, con nuestro sentido cristiano a almas necesitadas que no tenían un abrazo, un beso, una comida segura, un techo, un fututo y un destino.
¿Por qué el nombre de Villa Bendición?
Villa Bendición es el nombre para que nadie le dijera “Orfanatorio” al lugar donde vivían los niños desamparados de la calle, para que no se avergonzaran de que vinieran de esa condición pero que iban a un destino de victoria y de paz.
¿Cómo llegan los niños a la fundación?
De muchas maneras, originalmente me los llevaban miembros de la iglesia que estaban en el barrio y se enteraban que los padres de estos niños habían fallecido, que estaban presos, que la mamá tuvo problemas al dar a luz y miles de razones. Luego, las autoridades reconocían que existíamos cuando ya estábamos legalmente fundados y los tribunales del país nos asignaban niños que ya estaban desligados de sus padres.
¿De quién reciben ayuda?
Nuestra ayuda principal depende básicamente de los miembros de la iglesia, a través de sus diezmos y sus ofrendas. En gran parte, luego de pagar los gastos generales de nuestro Ministerio, el restante lo utilizamos para que la fundación sobreviva, no obstante no es suficiente. También, iglesias del exterior periódicamente nos envían ayuda, pero debo decir que una cantidad de personas y empresas generosas se han mantenido fieles dándonos su ayuda.
¿Qué satisfacción le ha dado dirigir la fundación?
Esta labor me ha convertido en un mejor ser humano. Me considero muy afortunada de ver el fruto de niños que tomamos muy pequeños, pre adolescentes y ya son hombres y mujeres de bien, nuestro eslogan es: “Los niños, el futuro”, así que le estamos devolviendo al país una generación de adultos maduros, que podrían haber sido delincuentes o simplemente gente sin esperanzas.
¿Cuál ha sido la situación más difícil?
Hemos tenido situaciones muy difíciles, en ocasiones, sin embrago la oración y la paciencia han sido grandes herramientas para mantener todo bajo control, Dios mismo nos ha ayudado a mí y mi compañera de milicia, la pastora Belkis Silva, en esta labor tan ardua, perolos frutos de cada día nos alimentan la fe para no abandonar.
¿Cómo recaudan fondos?
Por lo menos dos veces al año realizamos una cena-coctel con un grupo musical o cantante famoso, porque realmente necesitamos recursos, básicamente para los útiles escolares, es más fácil que nos suplan de ropa y alimentos, pero para la educación es bien difícil.
¿Cuál es su mayor anhelo?
Poder reabrir nuestra escuela, es mí mayor anhelo, la que teníamos la cerramos por problemas económicos. Si contáramos con este espacio tendríamos la oportunidad de recibir más pequeños que no necesariamente tendrían que vivir en la fundación, ellos pueden venir y pueden tener acceso a la educación, salud y comida.
Nosotros tenemos niños con problemas motrices, que necesitan de profesores especializados, este tipo de educación es muy costosa, pero si pudiéramos tratarlos en una escuela nuestra, sería mayor el tiempo que se le dedicara, hay ocasiones en que por su discapacidad tienen que repetir hasta dos veces un mismo curso.
¿Qué es Rosas para el alma?
Es un espacio radial que hemos ideado para todo tipo de público, sin importar su gusto, predilección o su creencia. Nosotros somos como el regocijo, el alivio a todas esas informaciones tan difíciles con que tenemos que lidiar desde que amanece.
A nuestro espacio le hemos llamado “la tasita de té”, porque de vez en cuando uno necesita beberse una tasa de fe y entusiasmo para seguir adelante. Además, tengo la bendición de contar con un equipo fabuloso compuesto por el pastor Israel Brito, Felipe Polanco (Boruga) que nos pone la nota de humor todos los miércoles con su sección “Entre rosas y risas”. También, están Aurìn Rodríguez, el maestro Caonex Peguero, el locutor Francisco Javier y Larimar Fiallo, la doctora Martha Butler y Anamaría Torelli.
Muy personal
¿Lectura?
La biblia y los libros de crecimiento.
¿Personajes que admira?
Primero a Dios, luego el presidente Obama y Freddy Beras Goico.
¿Un deporte?
Jugar tenis.
