Quinto round entre Pacquiao-Márquez

¿Usted lo cree o lo duda? Pero, ¿cuál es el tema de la pregunta? Es un tema que sigue vigente en la creencia de la exigente fanaticada del boxeo, pero también en el pensamiento (general) de los analistas, promotores, apoderados de boxeadores y,…

¿Usted lo cree o lo duda? Pero, ¿cuál es el tema de la pregunta? Es un tema que sigue vigente en la creencia de la exigente fanaticada del boxeo, pero también en el pensamiento (general) de los analistas, promotores, apoderados de boxeadores y, obviamente, en los proyectos de los magnates del negocio-deporte.

Y a estos últimos es a quienes hay que hacerles caso y saber que no les tiembla el pulso -no importa el gran dinero que haya que invertir- porque cuando se trata de montar una pelea millonaria, que concite la atención del gran público, de inmediato buscan las mejores formas de mercadeo para hacerla realidad.

Organizan una estructura matizada con una científica estrategia con miras a convencer al fanático de que, por ejemplo, “esta pelea entre estos dos súper boxeadores nadie debe perderse”.

En ese mismo organigrama entra un factor clave: la prensa… y cuando los medios noticiosos comienzan a importantizar el venidero combate, ahí mismo se inicia la mitad del éxito del espectáculo.

El preámbulo y realidad
Todo este preámbulo, fusionado con una realidad, es lo que comienzan a enfocar los más acuciosos analistas del boxeo. En concreto: Se trata de la posibilidad, entre agosto y septiembre, de que Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, aunque parezca un nuevo cuento de Hadas, -o quizás un sueño- vuelvan a verse las caras subidos en un cuadrilátero. Cuando el ocho de diciembre de 2012, en el emblemático hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, Nevada, Márquez noqueó a Pacquiao todos quedaron absortos.

Aquella pelea, pactada a 12 asaltos en disputa el cinturón welter, terminó cuando nadie lo esperaba: Restando apenas un segundo para concluir el sexto round. El veterano pugilista mexicano, en un intercambio de ofensiva -frente a frente- le asestó al zurdo púgil filipino un recto corto a la mandíbula que lo depositó en la lona. Casi inerte Pacquiao permaneció tendido en el piso por más de diez segundos.

Se produjo entonces el más duro nocaut de los últimos años en el marco del boxeo moderno. Aquella era la cuarta riña protagonizada por Pacquiao y Márquez. Antes en los años 2004, 2008 y 2011 estos guerreros del ring habían realizado otras tres peleas. La primera, por el cetro pluma, terminó empate – a pesar de que Márquez besó la lona tres veces en el primer round-; la segunda, por la corona de los ligeros juniors, victoria para el filipino por decisión dividida; la tercera, en el 2011, otro triunfo para Pacquiao, igualmente por decisión dividida, y la cuarta el resonante éxito de JM Márquez por nocaut.

Pero antes, el 12 de abril, de nuevo en el Grand Garden (MGM) en Las Vegas Nevada, Manny Pacquiao y Timothy Bradley tienen un serio compromiso. Van a contender, en pelea de revancha, por el cetro welter de la Organización de Boxeo (OMB).

Precisamente JM Márquez, quien al igual que Pacquiao fue derrotado pírricamente por Bradley.

¿Y qué es lo importante de este segundo encuentro Bradley-Pacquiao?
Que el ganador -y vaticino que será Pacquiao- tendrá que enfrentarse a JM Márquez… ¡y ahí habrá realidad y no sueño: Se realizará la gran pelea, la esperada quinta reyerta Pacquiao-Márquez! l

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