Reciclaje en RD: un negocio amigo del medio ambiente

En América Latina hay millones de personas que trabajan en la gestión de residuos a través del reciclaje, en la mayoría de los casos en la informalidad. En el caso de República Dominicana solo se recupera un 7% del material reciclable y precisamente&

En América Latina hay millones de personas que trabajan en la gestión de residuos a través del reciclaje, en la mayoría de los casos en la informalidad. En el caso de República Dominicana solo se recupera un 7% del material reciclable y precisamente esa recuperación la hacen los recicladores informales. Así lo ha planteado la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR).

“El reciclaje la gente lo ve como un negocio porque esos materiales se venden y es lo que la gente tiene en la cabeza (que se venden). Pero para que esos materiales se vendan primero hay que separarlos o recolectarlos y esa recolección cuesta mucho, especialmente si es en vehículo”, plantea Mariely Ponciano, coodinadora de Proyecto Reciclaje Inclusivo de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (ECORED).

Cuando Ponciano aborda el tema explica que, si hipotéticamente los cabildos mandaran a todos los munícipes a separar la basura, tendrían que buscar camiones, choferes y brigadas de empleados y esa operación tiene un costo que no será cubierto con el valor económico que tendrían los residuos.

ECORED es la agencia ejecutora de un proyecto de reciclaje inclusivo, enfocado en tres municipios del país, que son: San Pedro de Macorís, Santo Domingo Este y Samaná, gracias al financiamiento de Banco Interamericano de Desarrollo (BID) vía el Fondo Multilateral de Inversión (Fomin) y la empresa Coca Cola.

Con ese proyecto se busca dejar tres experiencias de casos puntuales de éxitos, que indiquen que el reciclaje puede implementarse en República Dominicana, formalizando el trabajo de los recicladores informales (buzos) e insertándolos en la industria del reciclaje. “Para alcanzar una visión de reciclaje inclusivo, además de contar con políticas públicas que promuevan la separación y recolección diferenciada, es necesario formalizar la actividad de los recicladores a través del reconocimiento y la restitución de derechos laborales, sociales y humanos, y avanzar hacia la remuneración justa del servicio que prestan los recicladores”, apuntó Ponciano, en la entrevista con elCaribe. En el encuentro estuvo acompañada de Erika Calderón, encargada de Comunicaciones de ECORED.

El proyecto implementado por ECORED tiene el elemento de que ese reciclaje inclusivo lo hace sostenible, a diferencia de otros tipos de reciclajes. Ponciano sostiene que esa recolección, que tiene un costo elevado (por el uso de vehículos, por ejemplo) la hacen los recolectores. “Lo que queremos es que ya que ellos hacen eso de manera habitual y de manera informal, lo hagan de una manera formal y que los ayuntamientos no se tengan que preocupar por esa recolección”, indica. En los tres municipios que opera el proyecto de ECORED -sobre reciclaje- (Santo Domingo Este, Samaná y San Pedro de Macorís) se han recuperado 200 toneladas de residuos sólidos reciclables. Se espera que esa cifra suba a 500 toneladas al finalizar el proyecto.

Con la iniciativa, los recicladores incrementarán sus ingresos en un 75% vendiendo directamente, los materiales recuperados, a empresas recicladoras. ECORED calcula que por cada tonelada de papel que se recicla se salvan 17 árboles, se ahorran 21 mil litros de agua, además del ahorro de energía en materia de su producción. ¿Cómo los estamos formalizando? Se pregunta Ponciano. “En principio lo que buscamos es reconocerlos, es decir, ver cuáles recolectores operan en esos municipios. Nos acercamos a ellos, los capacitamos y les dimos un certificado para que entiendan qué diferencia hay entre trabajar solo en la calle y vendiéndole a un intermediario, a que tú funciones como un equipo, vendas en conjunto y tenga acceso a mejores precios de venta”, dijo.

El modelo de Reciclaje inclusivo, que promueve la IRR en América Latina (al que hace referencia ECORED) constituye una oportunidad para promover el desarrollo económico y la inclusión social de las comunidades, a través de la creación de sistemas de recolección selectiva que involucren la participación del gobierno municipal, recolectores (buzos), el sector empresarial, el sector académico y la comunidad en general.

Según datos del Banco Mundial, en América Latina y el Caribe se genera un total de 430,000 toneladas diarias de residuos, cifra que en 20 años ha aumentado en un 60% y que se espera que se duplique en una década. A lo anterior se suma que en toda Latinoamérica se recicla menos del 15% de todo el material reciclable; porcentaje que contrasta con países de Europa, donde el material reciclado sobrepasa el 63%.

De acuerdo con cifras del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), las exportaciones nacionales de residuos ascendieron en el último año a unos US$98 millones, de los cuales US$65 millones corresponden a metales.

Mientras, los cálculos de Domingo Contreras, asesor en materia de residuos sólidos del Ministerio de Medio Ambiente, indican que el aprovechamiento de los desechos sólidos, le genera a República Dominicana US$125 millones al año, cuando el potencial existente es para recaudar US$500 millones.

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