Rehabilitación: 50 años al servicio del discapacitado

En 1963 el país sufrió una grave epidemia de poliomielitis (polio o parálisis infantil) que afectó a más de 400 niños.

En 1963 el país sufrió una grave epidemia de poliomielitis (polio o parálisis infantil) que afectó a más de 400 niños. La preocupación de las autoridades las llevó a unir esfuerzos con una denominada Asociación Pro-Rehabilitación de Lisiados, hoy conocida como Asociación Dominicana de Rehabilitación.

Medio siglo atrás, la señora Mary Pérez de Marranzini, concibió un proyecto para asistir al discapacitado, que luego materializó con la colaboración de personas comprometidas con el servicio. Un local de sólo 20 metros, dos fisioterapistas y un grupo de voluntarios del Cuerpo de Paz y deseos de ayudar era con lo que contaba la asociación.

Pero la Revolución de Abril de 1965 agravó la situación. Muchos combatientes salieron heridos y a algunos les amputaron piernas y brazos.

En el centro especializado, ya no solo se atendían a personas con discapacidad congénitas o adquirida, sino también, las producidas por accidentes. Este escenario empujó la ampliación de servicios. Tres años más tarde se inaugura el Centro de Rehabilitación y un año después se extendió al interior del país.

Desde su fundación hasta la fecha, la asociación ha asistido a cerca de 900 mil personas en sus 27 filiales distribuidas en diferentes provincias.

Estimulación del paciente

Desde su programa básico a nivel nacional, Rehabilitación trabaja con la estimulación temprana del paciente y en la capacitación en talleres, parar luego insertarlo al área laboral, en una sociedad que en muchas ocasiones lo estigmatiza.

Gracias a su trabajo, alrededor de 40 mil niños y adolescentes se han matriculado en las escuelas y programas de capacitación. Rehabilitación también trabaja con escuelas especiales (de bajo costo) y programas para desarrollar las habilidades y destrezas en niños y niñas con condición especial. Además, imparte talleres para adultos, gratuitamente.

Las tres grandes escuelas especiales están en Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal, aunque se construyen otras en Puerto Plata, La Vega, San Francisco de Macorís y Bonao.

Talleres de ensamblaje y electricidad

En los talleres de ensamblaje, las personas con condición especial utilizan actividades repetitivas trabajando el área de socialización, integración y disciplina. Lo más importante es que se entrenan y capacitan para luego insertarse en el área laboral. José Sepúlveda, discapacitado de una pierna producto de un accidente en una motocicleta, aprende electricidad. Su meta es ser un ente más productivo y colaborar con su familia. Considera que las personas deben ser más tolerantes al manejar, para que luego no se encuentren en condiciones que puedan lamentar”.

Perseverancia
Desde años han luchado con la falta de recursos económicos y materiales pero eso no los ha detenido en su labor humanitaria.

Asistencia
Rehabilitación apoya a los pacientes a través de programas de donación de equipos y efectos ortopédicos.

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