Rezago vial dificulta transporte en pueblos

Las grandes inversiones públicas realizadas en el país durante los últimos doce años han acortado distancias y mejorado…

Las grandes inversiones públicas realizadas en el país durante los últimos doce años han acortado distancias y mejorado el acceso entre pueblos y comunidades, pero no han eliminado todavía barreras geográficas entre algunas regiones.

 Hay zonas en las que todavía se dificulta el transporte terrestre, de carga y pasajeros.

No obstante, el sistema vial del país ha sido ampliado y modernizado, con la construcción y  reconstrucción de importantes carreteras, algunas en las regiones turísticas.

Cuando hay dificultad en la intercomunicación terrestre se genera un aumento de la inversión en tiempo y dinero para la colocación de los productos en el mercado.

Una de las regiones donde todavía es difícil la comunicación terrestre es el Suroeste del país.

Transportarse de San Juan de la Maguana, en el Suroeste, hasta Santiago Rodríguez, en la línea Noroeste, implica cerca de 12 horas o más si se viaja por la Carretera Internacional que comunica Elías Piña con Dajabón, en la zona fronteriza, o al menos 5 o 7 horas si el trayecto  se hace viajando hasta Santo Domingo y luego a Santiago Rodríguez.

Sin embargo, lo que separa a la comunidad de La Cidra de Thomas, en Santiago Rodríguez, con  Sabaneta o Arroyo Cano, en San Juan, son menos de 30 kilómetros a través de la montaña, trayecto que en mulo o a caballo se hace en alrededor de dos horas.

Daniel Almonte es un comerciante dedicado al transporte de carga además de la producción en Naranjito de Palmarejo. Dice que la construcción de la carretera Norte-Sur “sería lo mejor y es un gran reto el que tiene el país para que estos pueblos puedan progresar; llevar una carga al Sur cuesta un dineral y demasiado tiempo, cosa que se puede hacer en una hora si se hace la carretera; la ganancia se va en gasolina”. 

Igual opinión tiene Ramón Medina, de El Ingenito, en San Juan de la Maguana. “Esto aquí se muere porque no hay movimiento de comercio, y eso que a veces vienen del Cibao a través de esa loma a buscar productos aquí que le hacen falta a ellos, así que imagínese usted cuando hagan esa carretera”.

No obstante, otro punto que comunica el Norte con el Sur es la carretera Rancho Arriba, en San José de Ocoa, con Juan Adrián, en Monseñor Nouel, la cual se transita con dificultad, aunque se está trabajando en ella.
Norte-Este

Pueblos de ambas regiones se alcanzan a ver a simple vista, pero no hay forma de comunicarse por tierra debido a que los separa el mar. Son Samaná, en el Nordeste, y Sabana de la Mar, en el Este.

Al respecto, el ingeniero y experto vial Deligne Ascención entiende que la mejor forma de comunicar ambas regiones y facilitar el tránsito y el comercio es por la vía marítima mediante un adecuado sistema de ferris.

Señala que siendo República Dominicana una nación territorialmente archipielágica, el país carece de una adecuada flota marítima que contribuya con el comercio entre las regiones, por ejemplo el Este con los litorales Sur y Norte, así como entre las islas, como La Saona.

Observa, sin embargo, que ha habido descuido en cuanto a facilitar la comunicación terrestre del Este con el Nordeste, recordando que se ha abandonado una carretera de unos 25 kilómetros que conecta a Guaraguao, en el bajo Yuna, con Sabana Grande de Boyá, en la provincia de Monte Plata.

“Los problemas de intercomunicación vial entre diferentes puntos son el fruto de que no hay un ordenamiento de nuestro territorio”, subraya. “El Estado debe pensar en soluciones de manos del sector privado.”

Hato Mayor-El Seibo
Todavía hay dificultades de comunicación terrestre  hasta dentro de una misma provincia o región. Hacer la travesía El Seibo-Sabana de la Mar- Miches-Hato Mayo es casi una odisea.

El potencial comercial y de explotación turística de las provincias de El Seibo y Hato Mayor se ve limitado por el mal estado de las carreteras que la intercomunican.

Antonio de la Cruz, agricultor de la comunidad El Callejón de Cisneros, en lo alto de la carretera El Seibo-Sabana de la Mar, sueña conque esta vía sea reconstruida. “Por aquí se da de todo, pero los campesinos pasamos hambre porque lo que producimos no se puede vender”, dice, “hasta con los turistas uno podría hacer negocios si la construyen”. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas