El Robert Reid y otros problemas

El ministerio de Salud Pública viene caminando con algunos tropiezos que nos obligan a llamar la atención. Hemos insistido en que reaccionó tardíamente frente a la chikungunya, lo que vino a ser una reiteración de un modo de proceder.

El ministerio de Salud Pública viene caminando con algunos tropiezos que nos obligan a llamar la atención. Hemos insistido en que reaccionó tardíamente frente a la chikungunya, lo que vino a ser una reiteración de un modo de proceder.

No sabemos si recuerdan el caos que se produjo en los más importantes hospitales cuando el presidente Danilo Medina decretó el fin del cobro de las cuotas de recuperación. Resultó muy claro que no fue el producto de una acción concertada con el Ministerio y los servicios se fueron abajo.

Estamos ante lo que parece ser una secuela a consecuencia de aquella situación. Nos referimos al caso del hospital Robert Reid Cabral, que aunque su administración dice que anda muy bien, noticias llegadas por diferentes vías refieren lo contrario.

El Colegio Médico, para citar una entidad calificada, ha revelado que ese centro tiene una deuda con sus suplidores que ha provocado la suspensión de los suministros para áreas esenciales, como analítica e imágenes.

La propia directora general del hospital ha tenido que admitir que tiene una deuda con sus suplidores de no menos de RD$81 millones. Además, no ha recibido el monto adicional que le corresponde como compensación por la desaparición de la cuota de recuperación. Ni en todo el mes de abril y en lo que va de mayo.

Hay responsables de áreas claves que están desesperados, porque no pueden atender los servicios demandados por las familias más disminuidas del Gran Santo Domingo y de otras zonas del país que acuden a este centro médico.

Es grave que ni siquiera haya reactivos para realizar todo lo que tiene que ver con analítica inmediata. Imagínese lo que ocurriría en medio de las emergencias que llegan allí.

Además, hay problemas tan elementales como la calidad o suficiencia del agua potable y por desperfectos del sistema de climatización del ambiente.
¡Eso no puede ser!

El ministro de Salud Pública tiene que atender esta dificultad, que en el caso del Robert Reid, es cuestión de salud colectiva.
¡Accione, ministro!

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas