Rosa Hernández de Grullón

Una mujer fascinante. Se muestra tal cual es. Rebasa cualquier problema con una enérgica sonrisa, capaz de desarmar al alma más dura. Doña Rosa es una historia de superación, emprededurismo, solidaridad y woman power.…

Una mujer fascinante. Se muestra tal cual es. Rebasa cualquier problema con una enérgica sonrisa, capaz de desarmar al alma más dura. Doña Rosa es una historia de superación, emprededurismo, solidaridad y woman power. Para nosotros es un honor contar con ella en el estreno de esta sección Mentoras de vida, donde grandes mujeres dominicanas nos revelarán sus lecciones de “supervivencia” en todos los ámbitos de su vida.

Fiel defensora del papel de la familia como núcleo de la sociedad. Aguilucha hasta la tambora.

Doña Rosa Hernández de Grullón se confiesa seguidora fiel de la gastronomía de su país: “Prefiero un pastel en hoja a un crepe francés”. Nos confesó que el día anterior a nuestro segundo contacto para esta entrevista cocinó un sancocho para su equipo en París.

“Nací en Manzanillo, en el núcleo de una familia de clase media baja. Allí viví hasta los 8 años, cuando mis padres, por cuestiones laborales, vinieron a la capital. Éramos nueve hermanos, quizá por ello nunca aprecié la soledad hasta ahora. Al momento de mi primer matrimonio no había cumplido 17 años y al poco tiempo salí embarazada (mi hijo mayor tiene 41 años). Terminé el bachillerato entre un biberón y otro. Estudié ingeniería en sistema”. Eso la hecho muy tecnológica a lo largo de su vida. Recuerda su primer curso de computadora, “fue en el año 70, en la O&M. Para el año 73, la UNPHU comenzó la carrera de técnico en computación”. Así, por unos 12 años, doña Rosa trabajó como programadora de sistema.

Posterior a esto fundó el Pacam, pertenece al Patronato Nacional Penitenciario, y hasta noviembre del año pasado se desempeñó como representante permanente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. “Siempre he querido hacer cosas por mi país. Me he dado cuenta que esto lo puedo realizar de una manera más efectiva desempeñando una función pública a través de la cual, sirviendo a mi país, puedo impulsar iniciativas de mayor relevancia e impacto. Por eso mi trabajo en la Unesco me motivaba mucho. Hoy, como Embajadora, represento al Presidente de la República en el extranjero”. Bajo este cargo también se encarga de servir a la comunidad dominicana residente en Francia, así como de promover inversiones extranjeras para RD. “Francia es la cuarta potencia del mundo. Para nosotros es importante su apoyo”.

Su lado profesional lo hemos apreciado a través de los diarios, pero en estas páginas doña Rosa comparte sus estrategias de vida en torno a la maternidad, a la superación personal; para ver la vida con el vaso medio lleno. 

Cinco cosas que me hacen feliz

1. Ver a mis cinco hij@s felices, sanos, profesionales, contentos con sus parejas y satisfechos con el trabajo que hacen en este momento.

2. Llegar a mis 60 años con salud, energía, con muchos deseos de seguir trabajando en lo que me gusta y al lado de un hombre que amo y me ama.

3. La responsabilidad que tengo ahora de representar a RD en un país como Francia, con tanta riqueza cultural e histórica;  un país con el cual podemos sostener intercambios económicos y comerciales, especialmente ahora que, en estos momentos de crisis, los países de Europa nos miran también como una alternativa.

4. Ver que mi país va por buen camino en términos de educación. Que se ha comenzado a trabajar con los iletrados adultos para lograr que en el 2014 estemos libres de analfabetismo, lo cual contribuirá a un más rápido desarrollo.

5. Escuchar a mis nietos llamarme “Mamucha”, y cuando oyen atentos mis respuestas a sus preguntas, que las consideran verdad absoluta, porque “lo dijo Mamucha”.  Lo que le decimos a nuestros nietos, lo van a recordar siempre.

Vive la vida que quieres

A pesar de ser cierto lo que dice Silvio Rodríguez en una de sus canciones: “La madre vive hasta que muere el sol…”, te diré que siento haber cumplido mi deber con mis hijos. He dedicado algo más de 40 años a su crianza y educación, y he acompañado a mi esposo en su vida profesional por más de 30 años. Pienso que en esta nueva responsabilidad que he asumido de representar mi país ante la República de Francia, ellos me acompañarán y respaldarán. Su apoyo será clave en esta vida diplomática que he decidido emprender y continuar.

Madre, ante todo.

Mis cinco hijos vienen de tres núcleos familiares distintos. Luis y Claudio vienen de otro padre, Ana viene de otra madre y Manuel Alejandro y Dinorah de mi actual matrimonio. La materia de ser madre no se estudia en ningún lugar. Lo que sí puedo decir es qué cosas me funcionaron para hacer de ellos personas útiles a la sociedad:

– Trata a tus hijos como un ser individual. Eso me ha permitido tener una relación personal con cada uno de ellos.

– Acompáñalos desde pequeños en su toma individual y responsable de decisiones. Es muy importante para su formación.

Una relación de pareja perdura cuando…

…se mantiene la admiración y el respeto por lo que hace el otro.

…ambos gozan de la libertad de ejercer su trabajo y ocupar su tiempo en lo que su profesión u oficio le requieran.

…aún siendo personas con temperamentos, gustos, personalidades y socioeconómicamente diferentes, han sido criados y educados con los mismos principios y valores familiares.

…hay cierta complicidad en el amor. No deben perder nunca la magia con la que se conquistaron.

Amar el multitasking

Vivo y disfruto el multitasking. Soy una persona hiperactiva y antirutina. No puedo hacer una sola cosa por mucho tiempo, hago varias a la vez. Eso lo disfruto plenamente.

Tres cosas por las que no debes esperar

1. Perfeccionar los idiomas.

2. Disciplinar las horas de lectura diaria.

3. Mantener el contacto directo con la familia.

Sus cuatro “nombres”

Cuchita: Así me dicen mis amigas de infancia, mis familiares y amigos cercanos.

Rosa: Así me llaman los compañeros de trabajo. Ese es el nombre de la esposa del presidente del banco.

Mamucha: Mi nombre de abuela. ¡Me encanta!

Embajadora: El nombre del compromiso con mi país.

Dos razones para cuidar nuestra imagen

1.  La salud integral, lo cual se traduce en una mayor y mejor calidad de vida, a la que aspiramos todos.

2. Tener y mostrar una buena imagen produce un efecto positivo en los demás. La gente siente respeto hacia aquellos que cuidan de ella.

Amor por la cocina

Me relaja cocinar. He enseñado a casi todos los chefs que han trabajado conmigo. Definitivamente amo nuestra gastronomía, sobre todo la cotidiana, la del día a día, que debo confesar es mejor que la francesa. Siempre que viajo de mi país a Francia me llevo mi arroz, mi café y orégano.

Meditar diariamente

Al llegar a casa, cerca de las 7:00 p.m. hago un inventario del día: lo que dije, lo que no debí haber dicho, recuerdo a mi madre… Es una hora de reflexión.

Del francés al cibaeño

Para hablar francés no hay que ser cibaeño pero ayuda hablar con la ‘I’, como yo lo hago (risas).

Su clave del éxito

Creer en algo y ponerle pasión. “Son ingredientes que te harán dueña de cualquier actividad que emprendas”.

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