El Salón de la Fama: un objetivo real para David Ortiz

Tenía que ser en Seattle, en el lejano estado de Washington, donde David Ortiz proclamara que su carrera merece una seria consideración para el Salón de la Fama.

Tenía que ser en Seattle, en el lejano estado de Washington, donde David Ortiz proclamara que su carrera merece una seria consideración para el Salón de la Fama. En una muestra más de que la historia persigue a los grandes, Ortiz, firmado en 1992 para los Marineros de Seattle, rompió la marca de más imparables para un bateador designado en la historia de las Mayores precisamente en la sede de la franquicia que le dio su primer contrato para el béisbol profesional.

Fue también en la ciudad Esmeralda, como se conoce a Seattle, que Edgar Martínez, uno de los grandes designados de todos los tiempos, construyó su nombre.

Fue una especie de dos por uno para Ortiz el hecho de desplazar a Harold Baines en hits (1,690 a 1,688) en los que una vez fueron los dominios de Martínez.

David desde hace varios años envía mensajes contundentes a los votantes del Templo de los Inmortales de las Grandes Ligas. Hasta el momento, ningún designado ha logrado romper la barrera de Cooperstown. Pero tampoco se había presentado un caso como el de David.

El nativo del Distrito Nacional, pero criado en Haina, inició la jornada de ayer como el rey de los designados en las siguientes categorías: jonrones (370), dobles (432), extra bases (819), anotadas (1,018) y remolcadas (1,209).

Con contrato asegurado hasta 2014 (pactó por 26 millones de dólares y dos temporadas), David tiene espacio para aumentar su ventaja como designado y, por vía de consecuencia, mejorar sus números generales, que cada día se acercan por lo menos al nivel mínimo que se exige en Cooperstown.

Es un asunto de que tenga la salud necesaria, que las lesiones se le alejen.

Jugar hasta los 40

Ortiz ha remolcado 1,391 carreras desde que debutó en las Mayores en la campaña de 1997 con los Mellizos de Minnesota, adonde llegó un año antes en un cambio por Dave Hollins.

Tiene 504 dobles y 420 cuadrangulares, 1,953 hits, 1,171 anotadas y un promedio de por vida de .287. Todo esto indica que tiene una oportunidad real de pasar de los 450 jonrones, los 550 dobles y las 1,500 impulsadas. A esas cifras hay que ponerles atención en cualquier escenario. Si toca los umbrales antes mencionados eso quiere decir que amplió su dominio en el apartado de los designados, algo aún mucho más especial.

Vale resaltar que David es apenas uno de cuatro dominicanos que han conectado al menos 500 batazos de doble mérito. El líder de todos los tiempos es Manny Ramírez, su excompañero de batería en la Nueva Inglaterra, con 547. Luego está Albert Pujols, primera base de los Angelinos, con 523 y en tercer lugar Álex Rodríguez, de los Yankees, con 512.

Si David no encuentra obstáculos físicos y puede asegurar un tercer año de trabajo con los Medias Rojas, los 500 cuadrangulares se convertirían en un objetivo alcanzable y ese sería el pináculo de su carrera, aunque ya con 40 años, una edad que requiere de mayor cuidado en todo el sentido de la palabra.

En honor a la verdad, el temible bateador zurdo lleva varios años cuidándose al extremo con su peso. Y en la actual contienda luce muy recuperado de la peligrosa lesión del talón de Aquiles que le hizo la vida imposible en 2012.

A pesar de tener que disculparse en una etapa de su carrera por una situación con sustancias prohibidas, Ortiz posee cualidades que lo separan del resto.

Ha sido un pelotero dominante con un fuerte liderazgo en una de las franquicias de mayor prestigio en el negocio.

Se ha ganado un cariño especial con una fanaticada nada fácil de complacer, con una prensa martillante que en muchos casos se excede.

Cuenta con dos anillos de campeón, en las campañas de 2004 y 2007, y se le reconoce como un bateador del clutch, un elemento que quiérase o no aumenta la categoría del jugador.

El atleta que presenta un historial favorable en esas circunstancias en las que la presión campea por sus fueros por  norma recibe unos puntos más.

 El debate será interesante y de seguro no esperará los cinco años tras su retiro. Si algo hace David es ganar terreno hacia el Salón de la Fama.

Otros logros de David en la actual campaña

David se encamina hacia su novena aparición en el Juego de Estrellas, seis de ellas como titular, y en cada oportunidad ha vestido el uniforme de los Medias Rojas, donde solo es superado por las leyendas Carl Yastrzemski (18) y Ted Williams (17). Actualmente tiene un empate con Bobby Doerr en el tercer lugar de la franquicia. Sus nueve incursiones en en el Clásico de Estrellas en los últimos 10 años son la mayor cantidad en las Mayores, lo que le confiere otro sitial especial dentro de sus colegas.

Tiene un empate con Vladimir Guerrero y Albert Pujols en cuanto a los dominicanos se refiere.

La marca criolla la tiene Álex Rodríguez con 14, luego Manny Ramírez con 12 y el inmenso Juan Marichal está en tercer puesto con 10 invitaciones al baile  de las Estrellas.

David es el único activo con al menos 10 jonrones conectados desde el año 2000. Solo Álex Rodríguez podría igualarlo, pero el tercera base de los Yankees lleva una recuperación lenta en las menores.

Con su próximo cuadrangular, David llegará a los 20 por ocasión número 12 en forma consecutiva, un logro que habla de la consistencia que ha tenido con los Medias Rojas.

Ortiz se encamina a los 30 jonrones y las 100 remolcadas,  algo que no compila desde la campaña de 2010, cuando tuvo 32 bambinazos y 102 producidas.
Eso se llama un buen año para un equipo que está en pelea.

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