Luis Scola se siente muy a gusto con los Pacers de Indiana, que tienen el mejor récord de la NBA.Vaya cambio. La pasada temporada arrancó con Los Clippers, pero luego fue enviado a Phoenix, equipo que tuvo un pésimo desempeño. “Muy contento”, dijo, tras saludar y sentarse a charlar sobre un carrito en las entrañas del STAPLES Center. “El año pasado me ayudó a valorar un poco éste. Cuando te pasa algo malo, deportivamente hablando, y después te pasa algo bueno lo valoras más, o sea que en ese sentido el año pasado me ayudó para darle dimensión a esto”.
En su carrera, Scola disputó las mayores competiciones con el TAU Cerámica español, y luego en su trayecto en Houston Rockets siempre ganó más partidos de lo que perdió. Quizás fue eso lo que llamó la atención de los Pacers, quienes no dudaron en adquirirlo para completar una de las mejores rotaciones de delanteros y centros de la liga.
Esto, sumado al desarrollo de Paul George y la continuidad del proyecto que casi alcanza para derrocar a Miami Heat en los playoffs ha sido la receta perfecta para el comienzo que han tenido.
“Tarde o temprano vamos a empezar a tener atención”, apuntó. “Miami va a tener más presión porque son los campeones de los últimos dos años, ganaron 66 partidos el año pasado. Es un equipo que genera más repercusión. San Antonio lleva 15 años arriba del todo y hay otros equipos que tienen mucha atención por diferentes cosas. El caso de Los Angeles Lakers por Kobe [Bryant], por su renovación y lesión, el caso de Chicago por [Derrick] Rose y su vuelta. En nuestro caso no tenemos atención, no hemos sido noticia por lo bueno ni por lo malo y nos mantiene a un costado. Tarde o temprano tendremos reconocimiento o atención”.
Hasta entonces, el argentino seguirá disfrutando de su nuevo equipo, y aún en un rol menor, de un ambiente ganador.
“Disfruto mucho de ganar, de nuestro récord y del tipo de equipo que tenemos, extraño un poco el protagonismo, pero no lo cambio”, aseguró el estelar de la selección Argentina.
“Prefiero ganar antes que tener más protagonismo”. Sin dudas, Scola está en su salsa.
