N unca he creído que tenga que esperar una fecha especial o un día específico para hacer o decir alguna cosa. Cuando queremos a alguien, lo queremos todos los días, cada día sentimos el mismo deseo de compartir con ese alguien, cada día sentimos deseos de agradarlo de cualquier manera.
¿De qué sirve, que el Día de las Madres, los Padres o un día de cumpleaños nos desvivamos en agrados, frases de amor y regalos?, si pasamos todo un año haciendo sufrir a la persona que hoy encontramos que nada es suficiente para decirle “te amo”.
Respeto el estilo de vida y la forma de pensar de cada quien, pero en mi caso, prefiero el amor de todos los días, las palabras de aliento, el abrazo cálido que grita de mil formas un “te quiero”, dar y recibir el regalo de una sonrisa sincera y sentir una mano en mi hombro cuando en verdad lo necesito.
Aunque a veces la distancia nos impide poder manifestar el afecto a nuestros seres queridos, y al llegar el día de su cumpleaños aprovechamos para hacerles saber que los queremos igual a pesar del tiempo y los kilómetros que nos separan.
Es bueno saber que nuestro amor es de siempre y por siempre, que no es necesario esperar un día y pasarse un año ensayando un “te quiero”, que muchas veces suena vacío.
Para mí no es relevante que olvides mi cumpleaños, si estás ahí cuando más te necesito, si con tu forma de ser te has convertido en parte de mi.
Si sé que sólo tengo que pedir para tener a manos llenas, si sé que así como estás dentro de mí, estoy dentro de ti, porque sé que al igual que yo quisieras romper barreras y distancia para estar siempre a mi lado, porque estoy segura que, como yo, quisieras agregar horas al día para estar junto a mi.
¿Cómo medir tu amor por eso, si me lo has hecho sentir de todas las formas posibles? Sería injusta si lo hiciera. Si solo me basta recordar tu cercanía y tu apoyo cada vez que la adversidad ha tocado a mi puerta.
Te perdono que no lo hayas recordado, te perdono que no pudieras estar conmigo y cantarme la canción de cumpleaños, eso y más te perdono. Lo que nunca te perdonaría es que un día me olvides y que dejes de amarme. l
