Sequía regional en campaña electoral

La Oficina Nacional de Meteorología acaba de reconocer públicamente que en el pasado año 2015 en el 80% de las estaciones pluviométricas del país se registraron valores negativos, es decir, valores de lluvias anuales inferiores a los normales,…

La Oficina Nacional de Meteorología acaba de reconocer públicamente que en el pasado año 2015 en el 80% de las estaciones pluviométricas del país se registraron valores negativos, es decir, valores de lluvias anuales inferiores a los normales, lo cual no ha sido de interés para una gran parte del liderazgo político nacional que en medio de la campaña electoral sólo se preocupa por insultar y descalificar, pero no se preocupa por solucionar.

El Patronato Nacional de Ganaderos acaba de anunciar públicamente que si no se adoptan las medidas pertinentes para enfrentar la aguda sequía que afecta al país, en cuatro o cinco años tendremos que comenzar a desalinizar el agua del mar, y esa alerta tampoco ha recibido respuesta de un liderazgo político que nunca se ha preocupado por la sequía climática regional, ni por la sequía política nacional, ya que todos los discursos carecen de válidas propuestas para resolver los graves problemas de agua potable que amenazan a nuestro país.

La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo acaba de informar que en la pasada semana la presa de Valdesia estaba en la cota 140msnm, cuando su nivel máximo está en la cota 150msnm, es decir, diez metros por debajo de su cota máxima, y que la presa de Jigüey estaba en la cota crítica 519msnm cuando su cota máxima está en 541msnm, lo que obliga al racionamiento del agua para riego y para el consumo humano en Peravia, San Cristóbal, Nizao, Najayo y Santo Domingo, pero ningún político se ha dado por enterado. La pasada semana un gran titular del periódico Diario Libre decía: “Productores exigen quitar agua al Gran Santo Domingo para dársela a Peravia: La Junta de Regantes Nizao-Valdesia mantiene su queja contra la política de distribución de agua del Gobierno”, y todo ello debido a que los productores agrícolas que se abastecen de agua para riego a través de los canales Nizao-Najayo y Marcos A. Cabral, ambos salientes del contra embalse de Las Barías, ubicado aguas abajo de la presa de Valdesia, están tan desesperados por el racionamiento del agua escasa y por las grandes pérdidas en sus cosechas, que hasta se atreven a pedir públicamente que le quiten al acueducto del Gran Santo Domingo los 137 millones de galones de agua que se le despachan diariamente desde la presa de Valdesia, y que esa agua se la den a ellos, ignorando que el artículo 15 de la Constitución de la República establece claramente que: “El consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso”, y ningún político se ha interesado en prestar atención a este grave conflicto por el manejo del agua escasa, conflicto que ya lo habíamos advertido mucho tiempo antes, pero nuestros políticos están en chismes y en descalificaciones, pero no en soluciones a la escasez de agua que afecta acueductos y canales de riego.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios acaba de comunicar que el impacto de la sequía en Haití ha sido tan severo que el país enfrenta una “inseguridad alimenticia sin precedentes”, y es evidente que si los haitianos se ven acosados por la sequía, la hambruna, y la sed, el único camino que les queda tomar, por las buenas o por las malas, es cruzar la frontera dominicana, porque en ninguna parte del mundo la gente se deja morir de hambre y de sed sabiendo que en el vecino país puede encontrar un poco de agua y de alimentos, pero el liderazgo político dominicano no ha respondido absolutamente nada, porque en la agenda diaria de nuestros políticos sólo se escriben las palabras insultar, descalificar y demeritar para intentar ganar, y si hay o no hay agua para tomar, eso no importa a nadie que aspire a gobernar.

El Gobierno de Venezuela acaba de anunciar que a partir del momento reduce el horario de trabajo en la administración pública fruto de largos apagones que sufre el país como consecuencia de una larga sequía que ha reducido los niveles de agua en los embalses de sus grandes centrales hidroeléctricas, reconociendo que esos apagones agravan la crisis social, política y económica que afecta a todo el país; pero en la República Dominicana los políticos están totalmente ajenos a estos problemas climáticos regionales y a sus efectos sociales, porque están más pendientes a chismes regionales que involucran a consultores políticos internacionales.

De seguir por este camino terminaremos con la campaña electoral más pobre, más deslucida y más carente de propuestas básicas, pero con la campaña más rica en chismes, insultos y descalificaciones, lo que confirma que al liderazgo político local sólo le interesa gobernar para administrar los dineros públicos, pero no para resolver los viejos problemas públicos, y cuando la sequía multiplique el hambre y la sed general, veremos que la misma sequía que afecta el clima regional, también afecta la forma de pensar del liderazgo político nacional.

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