Serulle todavía no cumple promesas que hizo a Santiago

Santiago. La administración del alcalde Gilberto Serulle tiene aún muchas promesas por cumplir y servicios que mejorar para honrar su compromiso con Santiago.

Santiago. La administración del alcalde Gilberto Serulle tiene aún muchas promesas por cumplir y servicios que mejorar para honrar su compromiso con Santiago.Muchas de sus promesas de campaña aún no arrancan, pero ha materializado obras que no contempló en su propuesta de gobierno local. Durante el año que concluyó, Serulle dio solución vial en puntos críticos de la ciudad, como la eliminación de la rotonda de la Estrella Sadhalá con la autopista Joaquín Balaguer.

También la construcción de 80 apartamentos para alojar a igual número de familias y que incluyó el saneamiento de la cañada de Vuelta Larga, un proyecto que deja pendiente una segunda etapa para beneficiar a otros residentes.

La administración trabaja en la culminación de la Plaza del Sombrero para alojar a vendedores informales de las calles Del Sol y la España, y en la solución pluvial de puntos críticos de la ciudad.

La actual gestión ha dejado estancados proyectos iniciados, como los puentes peatonales frente a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y a la Universidad Tecnológica de Santiago y el túnel frente a PUCMM, pero por la Autopista Duarte. El expeledeísta, que llegó al ayuntamiento de manos de los perredeístas y con “la fuerza del pueblo”, no ha logrado cumplir con la promesa de optimizar los servicios de recogida de basura.

En una entrevista concedida a elCaribe durante los días previos a las elecciones del 2010, el alcalde “socialista”, como se ha identificado Gilberto Serulle, prometía que iba a hacer de Santiago la ciudad más segura, con la incorporación de vecinos a la vigilancia de sus sectores, lo que se ha quedado en promesas.

La descentralización del gobierno local estaba como número uno en su propuesta y para ello crearía diez minicabildos, los que estarían presidido por un miembro de la comunidad elegido por la junta de vecinos.

Más promesas

A esa directiva le iba a entregar dos millones de pesos al año “para empoderar al pueblo, no solo del poder, sino de los recursos para que sean quienes ordenen las ejecutorias de sus zonas”. Cada seis meses propiciaría un encuentro con sus técnicos, en el que rendiría cuentas de cómo se invirtieron esos recursos.

También le daría a cada presidente de junta de vecinos un sueldo de 15 mil pesos, solo para que se dedique a velar por las reivindicaciones más sentidas de sus comunidades.

“Lo que estoy planteando es una verdadera revolución social a favor del pueblo”, sostenía Serulle en sus promesas de campaña electoral, pero que no ha jecutado.

También prometió crear centros de cultura en cada barrio y escuelas de iniciación deportiva. Dijo que trabajaría para mejorar la capacidad alimentaria de la ciudad, pero solo hizo mejoras en el hospedaje Yaque.

El síndico anunció el combate a la pobreza

Serulle prometió impulsar proyectos de desarrollo vial y apertura de la ciudad para que lleguen las inversiones y así sacar a miles de ciudadanos de la pobreza. “Esto generará más fuente de empleo y con ellos vamos a combatir la pobreza que hoy late en esta ciudad”, dijo el alcalde cuando tomó posesión.

Desde que ofreció esas declaraciones han transcurrido algo más de un año y cuatro meses, pero salvo las propuestas de marca ciudad, contenida en el Plan Estratégico de Santiago, no hay avances significativos para mercadear a Santiago.

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