La Condesa ha tomado el mismo camino que Roberto del Castillo. Sus roles en un programa con más de 40 años en el aire no llenaban sus expectativas y decidieron renunciar para impulsar sus carreras desde otros proyectos.
Con la salida de los comunicadores, el espacio meridiano enfrenta nuevamente una crisis de talentos mientras se resiste a desaparecer.
Ayer, Villalona hizo pública su carta de renuncia, la que dirigió a Augusto Thomén, productor ejecutivo de El Show del Mediodía, en la que expresó su agradecimiento y las razones que la empujaron a salir de la que ha sido su casa por 8 años.
“A mi regreso al Show hace casi un año lo hice con la condición de trabajar dos días a la semana en uno de los segmentos de comentarios, ya que como le expliqué en mi carta de renuncia, el año pasado mi carrera había evolucionado y mi rol de animadora no llenaba mis expectativas”, dijo en la misiva.
También agregó que: “Es sumamente difícil para mí tener mi propio programa, en el cual expreso mis puntos de vistas libremente y en el show no poder hacerlo, y simplemente pararme frente a la cámara y presentar a un artista sin poder dedicarle el tiempo y no como el público se lo merece”.
Por otro lado, dijo que tener varios trabajos, como publirrelacionista del Plan de Asistencia Social de la Presidencia, la distribución y promoción de Fortalex y el compromiso de la tercera temporada de su programa “Almas Extraordinarias”, lo que le dificulta poder trabajar en el programa diario “el cual aprecio y que se ha convertido una costumbre en mi vida”.
El pasado sábado, Condesa inició la nueva temporada de su proyecto, entendiendo que la televisión no solo es entretenimiento, sino también una vía para educar y llevar soluciones a los problemas sociales. “De más está decirle que le agradezco de corazón a usted y todo el equipo del Show del Mediodía todo su cariño y buen trato hacia mi persona, ustedes saben que pueden contar conmigo siempre, pues esa es mi casa y ustedes mi segunda familia”, dijo.
