La naturaleza entera es un enorme reservorio de energías utilizables, y una de las más potentes es la luz solar. El sol caribeño es un gran recurso a explotar.La República Dominicana, en el mismo corazón del Caribe, está expuesta a grandes cantidades de luz solar, lo que convierte esta opción energética en una de las más atractivas. De hecho, el proyecto de energía solar más ambicioso de América Latina está en proceso de instalación en el paraje de Cruce de Boronga, provincia Monte Plata.
Con una generación de 30 megavatios, y distribuido en una superficie de más de 100 hectáreas, la Planta Fotovoltaica Monte Plata está prevista para entrar en funcionamiento en abril de 2012. Con capital 100% alemán y una inversión total de 170 millones de dólares, será la primera en su tipo en ser instalada en la República Dominicana.
Este proyecto será desarrollado por la firma alemana Electronic JRC. y se calcula que generará 500 puestos de trabajo durante la fase de construcción y para unas 150 personas durante su fase operativa.
La energía de la materia orgánica
La biomasa es otro campo energético con un futuro de gran interés. La República Dominicana tiene dos proyectos. El primero, iniciado en 2008, es la planta de biomasa Koar Energy. Este es un prototipo de 1 megavatio de generación, ubicado en el barrio Los Maestros, en Bonao, provincia Monseñor Nouel, y fue realizado con 90% de capital estadounidense y 10% dominicano.
El segundo proyecto es la compañía San Pedro Bio Energy que instalará una planta de producción de 50 megavatios de energía renovable a partir de los bagazos de caña del ingenio Cristóbal Colón, ubicado en la provincia del mismo nombre. La primera etapa, de 25 megavatios, está prevista para entrar en funcionamiento hacia finales del 2012.
El presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Enrique Ramírez, ha señalado que, “en términos de matriz energética, adicionando solar, eólica y biomasa, estamos hablando que para el año 2013 tendremos una matriz de aproximadamente un 7%.
Súmese al 16 ó 17% que producen las hidroeléctricas y estamos hablando aproximadamente de un 24% de capacidad instalada en nuestra matriz de energía renovable. A eso aspiraría cualquier país desarrollado o subdesarrollado del mundo”. Naturaleza y energía ya no tienen que ser palabras contrapuestas.
