El año que termina dejó un dulce sabor para algunos jóvenes intérpretes que tuvieron la oportunidad de materializar proyectos importantes para sus respectivas carreras. En un momento en que la industria de la música busca redefinir fórmulas para descubrir nuevas estrellas, varias apuestas con menos de tres años en el mercado desde que salieran en solitario o desde que empezaron a tener una identidad musical propia, se dejaron sentir con fuerza dentro y fuera del país.
Luego de un período estéril, en el que sólo germinaron conflictos, polémicas y situaciones que la mantenían vigente al margen de sus pretextos profesionales, Martha Heredia pudo sacar la cabeza. La artista publicó su primer disco, Ganar o perder, del acuerdo que consiguió con Sony Latin a partir de su triunfo en el Latin American Idol, el reality que le permitió dimensionar su carrera.
Con Ganar o perder, Heredia marcó distancia de sus años menos productivos, convirtiendo en su buque emblemático el hit que da título al disco.
Decidida a borrar su pasado
“Soy una nueva Martha”. Con esa frase Heredia sembró la bandera con la que definió sus intenciones: borrar el pasado y trabajar el presente teniendo como norte un futuro más promisorio. Sin duda, la carismática y talentosa intérprete muestra una conducta más centrada en sus posibilidades como una de las nuevas exponentes más prometedoras que ha surgido en los últimos años en el país.
Martha Heredia cerró el año de manera positiva, gracias al concierto que la llevó, de la mano de su manejador César Suárez Jr., al Hard Rock Café, el pasado primero de este mes. En su primera reaparición de importancia en un escenario tras sus meses negros, Heredia salió muy bien posicionada con un show producido por René Brea, en el que dejó claro que está decidida a ganar, y no a perder. Y con ella, también gana la música.
Con un estilo diferente, aunque con elementos que convergen en un mismo punto, en el 2011 ganó terreno otro artista que antes tuvo la oportunidad de presentarse al público con el grupo Calor Urbano. Es el caso de Vicente García, el rostro más visible de la música pop, quien ha podido moldear un proyecto que ya tiene un hijo en su discografía: Melodrama, una producción que se levanta con personalidad propia y varias canciones que han funcionado muy bien.
García, con su primer disco en solitario a cuestas, ha podido tener un cara a cara con públicos de otros países, sobre todo de América Latina, como Colombia, donde estuvo hace poco participando del teletón de Bogotá organizado por Juanes. “Este país ha sido mi segunda casa en este año. Mi música ha crecido increíblemente en este mercado. Mis canciones se han posicionado en las listas de éxitos de una manera constante, en los cuales he podido estar en la posición número uno”, comentaba el intérprete de “Mi balcón” en un comunciado dado a conocer por su manejadora, Amarilys Germán.
En el país, Vicente presentó un concierto en Bellas Artes, con una producción a la altura de cualquier artista establecido. Gracias a su gira de promoción, o cuando tuvo la oportunidad de abrir en varias fechas de la gira de Maná por ciudades estadounidenses, el intérprete recibió espacios importantes por parte de las agencias de prensa internacionales.
El swing de la nueva bachata
Si bien es cierto que el mercado impone desafíos que dificultan el despegue de cualquier nuevo artista en los primeros años, hay que decir que la bachata ha recibido con beneplácito a un cantante que pisa fuerte. Con la canción “Ayer pedí”, Joel Santos se convirtió en una revelación a tomar en cuenta. Con una agenda que lo mantuvo bien activo en el país, a Santos le cayeron contrataciones durante el 2011 que lo llevaron por varias islas del Caribe.
El artista, que desde los 14 años está sumergido en los caminos de la música, también tiene una deuda con el tema “A escondidas”, el cual se suma a “Vida”, “Mi todo”, “Sin ti” y “Señora”, propuestas con las cuales ha ido impulsando su carrera.
Pero su pegada en la bachata es parte de una reacción sistemática a favor de muchos nuevos exponentes del género, dada la cantidad de artistas que cada año debutan en este campo. No pasa igual con la salsa, un sector mucho más cerrado y difícil para retribuirle éxito a quienes se aventuran en esa dirección.
No es el caso de Alex Matos. Con varios años dando pasos cortos que no le permitían acortar en poco tiempo la distancia entre el anonimato y la fama, Matos sacó a la radio “Si entendieras”, definitivamente la canción que le abrió las puertas ante el gran público. El nuevo exponente de la salsa ya es una figura que tiene rostro para la gente, gracias a esta adaptación del tema popularizado primero por Anthony Ríos.
Más adelante, Matos decidió volver apostar al recurso de la daptación, echando manos a otro hit de Ríos y grabó “Una noche no es bastante”, y así siguió trotando sin prisa, pero sin pausa. Hoy día, Alex forma parte un grupo importante de jóvenes que tendrán sus retos para el 2012, pero ya han ganado terreno este año.
Aprender del pasado para triunfar en el futuro
En cada uno de sus renglones, estos artistas tienen a favor que son nombres ya conocidos para mucha gente.
Con discos en el mercado, canciones que tuvieron una excelente rotación radial, conciertos para algunos de ellos, a todos les resta seguir apostando al trabajo constante que les permitirá seguir ganando terreno.
Efectivas estrategias de mercadeo y manejo puede importar mucho para no echar a perder todo lo que han logrado.
