Lo menos que desearon muchas de las figuras consagradas de la música dominicana es que sus hijos siguieran sus pasos en la difícil industria discográfica. Pero cuando el arte y la pasión se heredan no hay consejos en contra que valgan.

Jóvenes cantantes como Anthony R. Rafely, Alina, Jandy, Mínimo, Anthony Vásquez y Yordi son solo algunos de los hijos de famosos músicos que buscan abrirse paso en el showbiz. Unos lo intentan por cuenta propia y otros disfrutando la imagen de sus progenitores como trampolín a la fama. En la televisión, la radio, en el teatro y en el cine nacional hay muchos casos del relevo generacional de padres a hijos. Sin embargo, no cabe duda de que en la música el éxito no se hereda.

Del grupo de noveles artistas, Anthony R. es la más reciente figura que ha decidido seguirle los pasos a su padre, el merenguero Toño Rosario. “Cuando le comuniqué que me iba a dedicar a la música profesional me sonrió y me dijo que tenía todo su apoyo…. Mis padres son mi inspiración, ellos están allí siempre y me orientan sobre lo que es bueno para mí y para mi carrera. De ellos aprendí lo importante de aceptar consejos y lo aplico por aquello de que el que no escucha consejos no llega a viejo”, afirma.

Pero, en su despegue en la música, Anthony, quien reside en Puerto Rico (su tierra natal), no ha aceptado la ayuda directa de Toño para crecer en la industria. Con su propio equipo de trabajo ha debutado en el mercado con el disco Reina de amor, que lo trae al país de gira promocional. “Poquitos besos” es el primer sencillo de este álbum de 10 temas que mezclan diferentes fusiones urbanas y tropicales, que lo apartan del merengue tradicional que ha consagrado a su padre. “Esta es la esencia de Anthony R, una combinación de República Dominicana y Puerto Rico”, sostiene.

Anthony R. le ha seguido los pasos a su hermano Mínimo, quien es uno de los coristas de la orquesta de Toño Rosario, y a su primo Rafely, que ya tiene varios años recorridos como solista, luego de que saliera de la agrupación Los Hermanos Rosario, que lidera su padre Rafa, en el 2008.

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Lo menos que desearon muchas de las figuras consagradas de la música dominicana es que sus hijos siguieran sus pasos en la difícil industria discográfica. Pero cuando el arte y la pasión se heredan no hay consejos en contra que valgan.

Jóvenes cantantes como Anthony R. Rafely, Alina, Jandy, Mínimo, Anthony Vásquez y Yordi son solo algunos de los hijos de famosos músicos que buscan abrirse paso en el showbiz. Unos lo intentan por cuenta propia y otros disfrutando la imagen de sus progenitores como trampolín a la fama. En la televisión, la radio, en el teatro y en el cine nacional hay muchos casos del relevo generacional de padres a hijos. Sin embargo, no cabe duda de que en la música el éxito no se hereda.

Del grupo de noveles artistas, Anthony R. es la más reciente figura que ha decidido seguirle los pasos a su padre, el merenguero Toño Rosario. “Cuando le comuniqué que me iba a dedicar a la música profesional me sonrió y me dijo que tenía todo su apoyo…. Mis padres son mi inspiración, ellos están allí siempre y me orientan sobre lo que es bueno para mí y para mi carrera. De ellos aprendí lo importante de aceptar consejos y lo aplico por aquello de que el que no escucha consejos no llega a viejo”, afirma.

Pero, en su despegue en la música, Anthony, quien reside en Puerto Rico (su tierra natal), no ha aceptado la ayuda directa de Toño para crecer en la industria. Con su propio equipo de trabajo ha debutado en el mercado con el disco Reina de amor, que lo trae al país de gira promocional. “Poquitos besos” es el primer sencillo de este álbum de 10 temas que mezclan diferentes fusiones urbanas y tropicales, que lo apartan del merengue tradicional que ha consagrado a su padre. “Esta es la esencia de Anthony R, una combinación de República Dominicana y Puerto Rico”, sostiene.

Anthony R. le ha seguido los pasos a su hermano Mínimo, quien es uno de los coristas de la orquesta de Toño Rosario, y a su primo Rafely, que ya tiene varios años recorridos como solista, luego de que saliera de la agrupación Los Hermanos Rosario, que lidera su padre Rafa, en el 2008.

Desde “La camisa negra” (una versión en merengue del tema de Juanes), “Te presumo” hasta “Discúlpame”, Rafely ha apostado al merengue romántico para afincarse en el mercado por cuenta propia. “Estamos seguros que Rafely va a tener éxitos”, dijo Rafa en el debut de su hijo hace media década. Aún muchos críticos del espectáculo esperan que el relevo de la dinastía Rosario conecte definitivamente con el gran público.

De la finca de -“El Caballo Mayor”- Johnny Ventura, Jandy ha sido el más aventajado por la popularidad que ha cosechado, especialmente entre las féminas. Junto a su hermano Juan José, han conformado la orquesta “Jandy Ventura & Los Potros”, un proyecto al que le dan calor cuando no están en el frente de la orquesta de su padre. Sin duda, “El Caballo” ha servido de guía y mentor a sus potros, que siguen cabalgando en la música. Jandy también ha probado como productor musical, siendo el responsable del más reciente disco de Johnny, El viejo está en la calle.

“La Reina del Merengue”, Milly Quezada, tampoco le ha negado a sus hijos seguir sus pasos. Incluso, le ha permitido a Miguel desarrollarse, hasta el momento,  en su orquesta.

Alina, la consentida de Wilfrido Vargas, formó parte de la agrupación de su padre y luego hizo tienda aparte cuando asumió su rol de esposa con el trompetista cubano Zeynel Díaz Conde.

Y no sólo en el merengue, también en la bachata el relevo padre e hijo está en camino. Yordi, el vástago de Anthony Santos, ha puesto su proyecto a andar. A diferencia de los demás, Yordí sí se da promoción en sus presentaciones y grita a los cuatro vientos que es hijo de “El Mayimbe de la Bachata”.