No sé cuándo, pero algún día el Gran Santo Domingo (una de las diez más extensa capitales de América) deberá hacerle merecido reconocimiento a un constructor de felicidad habitacional para las clases media-media hacia abajo, quien ha suplido con creces lo que el Estado no hace o no puede: Rafael Vitelio Bisonó, que para miles de familias es simplemente “Don Tato”, a quien admiro más tras conocer por la Jacobo Majluta, con gran asombro, su más portentoso aporte a la solución habitacional de esta inmensa comunidad irredenta: “Las Bienaventuranzas”, con más de nueve mil apartamentos de bajo costo…(¡Y faltan más!).
Tato Bisonó
No sé cuándo, pero algún día el Gran Santo Domingo (una de las diez más extensa capitales de América) deberá hacerle merecido reconocimiento a un constructor de felicidad habitacional para las clases media-media hacia abajo, quien ha suplido…