Al término de la función del pasado domingo, mientras el elenco recibía las ovaciones del público, Tania Báez, la madre de Stephanie y Karla Fatule, que actúan en el musical DreamGirls, aplaudía con orgullo las actuaciones de sus hijas.

Y desde la butaca 12 de la fila J en platea central (ella estaba en esa misma línea, pero en platea derecha), se le podían ver los ojos a punto de soltar lágrimas, y sus aplausos se intensificaban mientras ellas respondían con reverencias la reacción de satisfacción que le brindaba el público. Se le veía orgullosa.

DreamGirls es la apuesta teatro musical más reciente de Amaury Sánchez y su equipo de talento y producción cada vez más especializado en el género. Es el número 11 de su carrera.

Como todos –o casi todos– los musicales, es una puesta en escena que tiene en su duración su talón de Aquiles (intermedio incluido), pero ese no ha sido el caso de esta representación. DreamGirls tiene pocos puntos oscuros, para no decir ninguno, como es el caso la actuación de un Héctor Aníbal, que interpreta a Curtis Taylor Jr., que no logra convencernos de un todo en la parte inicial, pero que va entrando en calor e intensificando su histrionismo.

Pero DreamGirls casi cruza las fronteras de lo inmejorable, sobre todo por las estupendas, quizás irrepetibles, actuaciones de Stephanie, Mariele Ferreira y Cristal Marie, para muchos una revelación en la actuación. No están lejos de sus conclusiones.

El trabajo de estas tres jóvenes actrices se ve mínimamente eclipsado en las salidas del veterano de Waddys Jáquez, sin duda, un actor convincente que saca desde lo más profundo las características que definen muy bien su personaje, hasta que nos lleguemos a creer sin dificultades que él es Jimmy “El Relámpago” Early. Porque lo suyo es eso, teatro, puro teatro.

En DreamGirls todos los aspectos están muy bien cuidados, desde una excelente coreografía de Elizabeth Crooke que rompe con los tradicionalismos del baile “acartonado” y “repetitivo”, hasta los vestuarios que aporta Merlys, Casa de Modas.

Y hay que hacer énfasis y reconocer el gran trabajo en los vestuarios. Todo está en su punto, colores, diseños, los cuales le dan una vistosidad espectacular al elenco en su totalidad.

Resultados efectivos (y positivos) cuando la producción, que recae en la pareja de Amaury Sánchez y Yanira Ferri, tiene la experiencia que se gana solo con los años y se cumplen con los estándares que establecen las franquicias de estos musicales adaptados de versiones extranjeras, principalmente provenientes desde Broadway.

DreamGirls funciona a pedir de boca en su primera parte: 17 canciones que se interpretan sin generar el cansancio, quizás porque nos van introduciendo en los orígenes de la revelación de las tres chicas cantantes, la presentación del punto de conflicto entre las partes, hasta llegar al punto en que Effie se revela con un “no me marcho” que sí termina con un episodio negro para su trayectoria. Momentáneamente, claro.

Luego viene una segunda parte de siete canciones, el segmento más “soul” del musical, más lento y revelador. “Estoy cambiando”, “Eres mi sueño” y “No te quise hacer daño” estructuran el corazón del segundo acto que cierra el musical.

Y el argumento tiene anticlimax que inevitablemente resta festividad (y efectividad) al cierre predecible de DreamGirls. Todo cuando Deena, Lorrell, Michelle y Ensemble interpretan la versión disco de “Una noche”, uno de los musicales mejor logrados de la producción.

Mejor orquestado y ambientado, por demás, sin restar méritos al excelente trabajo orquestal de esos músicos excelentes que siempre son dirigidos por Amaury Sánchez. Con esa canción podía cerrar la historia, pero faltaba el desenlace del personaje de Waddys Jáquez y el reencuentro entre las “Girls” originales.

De todas formas, DreamGirls es un musical soberbio, bien producido, con una vistosidad única en sus diseños de vestuarios y una orquestación en su punto. Probablemente, Tania Báez no haya sido la única que aplaudía con orgullo y, de paso, dejaba caer sus lágrimas de la emoción.

DreamGirls: Producción y dirección musical: Amaury Sánchez. Dir. General: María Castillo. Intérpretes: Carlos Quezada, Stephanie y karla Fatule, Cristal Marie, Mariele Ferreira, Héctor Aníbal, Orestes Amador, Vicente Santos.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas