SANTIAGO. Ana Zunilda Gil Báez cayó herida mortalmente cuando intentó salvar a sus hijos de una balacera que se produjo próximo a su residencia en el sector Los Ciruelos de Matanzas, donde el sargento policial Edward Polanco, adscrito al comando especial Swat, hizo varios disparos en medio de una refriega con un supuesto delincuente.
De los labios de Ana Mercedes Báez, la madre de Ana Zunilda, y de otros parientes solo salía el clamor de justicia. El hecho ha causado la indignación colectiva en Matanzas, al punto de que un grupo se manifestó de forma violenta. Frente al ataúd de Ana Zunilda, de 30 años, sus tres hijos solo podían contemplar el cuerpo inerte y aunque intentaban hablarle, en medio del llanto reclamaban que le devolvieran a su mami. Pedro Antonio Gil, hermano de la víctima, dijo que espera que haya una sanción ejemplar.
La respuesta policial de informar que se inició el proceso de investigación contra el sargento, quien se entregó horas después ante los intentos por lincharlo, ha caído como una bomba entre los parientes de la dama, quienes aseguran que el suboficial tenía en asedio y atemorizados a los moradores.
