Mucho antes de que se pusiera de moda el concepto de responsabilidad social de las empresas, es decir, su contribución a la mejoría del entorno donde desarrollan sus actividades, mediante una relación amigable con el medio ambiente, y que asimismo se interesaran por la suerte o el destino de la sociedad o la población que las acoge, una familia, y con ella, lo que es hoy el Grupo León Jimenes, adoptó decisiones que le permiten estar entre los primeros empresarios comprensivos de la importancia de trabajar en esa dirección.
La atención estuvo centrada desde el principio en el crecimiento humano, con énfasis en la cultura. Primero con el concurso de Arte Eduardo León Jimenes y luego con dos obras que avanzan paralelas con un mismo propósito. Hablamos del Centro León y de la emisora Raíces.
El Centro León parecía orientado a ser un limitado museo de las artes plásticas, pero el interés por la cultura lo ha convertido en un ente vivo donde se expresan las más interesantes expresiones del quehacer cultural dominicano y caribeño. Y va recogiendo manifestaciones de lo nativo, como ese recorrido por la historia del béisbol como entretenimiento, y al mismo tiempo, como una de las a veces imperceptibles esencias de la mismidad del ser dominicano cuando se expresa a través de “la pelota”. Ese centro es ya un referente del conocimiento y uno de los destinos de la ciudad que lo acoge, Santiago, cuna de la familia León Jimenes.
El otro componente de la apuesta por la cultura ha sido Raíces, la estación educativa que difunde música clásica, de los grandes maestros, y también, música moderna universal y popular dominicana de calidad.
Hablamos del Centro León y de Raíces porque celebran el décimo aniversario de su nacimiento, y en tan especial ocasión, queremos felicitar a Don José León Asensio, presidente de la Fundación Eduardo León Jimenes, que lo auspicia, y a los directores de la fundación y del centro, Doña María Amalia León de Jorge y Don Rafael Emilio Yunén, respectivamente, por impulsar tan importantes obras.
