El espacio que en teoría debería ser destinado a jardinería es ocupado por la ruta de carros del concho. Algunos choferes han convertido la parte baja del elevado de la avenida Winston Churchill en un parqueo improvisado, contribuyendo a la arrabalización de la obra de infraestructura vial.
No sólo los choferes de la ruta de la Churchill utilizan el lugar como estacionamiento buscando refugio del sol. También los obreros del Metro de Santo Domingo y de Obras Públicas colocan parte de sus maquinarias en el área.
Plantas eléctricas, grúas, baños portátiles y gredars fueron vistos por reporteros de elCaribe ocupando gran parte de las isletas que se hallan debajo del puente elevado.
Agentes policiales que patrullan la zona aseguran que la situación es provisional y que se debe a los trabajos de reforzamiento de las columnas que sostienen los elevados.
“Esos equipos y vehículos son de los ingenieros que están metiendo refuerzo al elevado”, aseguró un policía.
Mientras que un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) afirma que en el caso de los choferes a pesar de las multas que les son impuestas y a que en ocasiones se llevan remolcados los vehículos éstos vuelven a infringir la ley.
“Son una plaga, ellos vuelven y se ponen como quiera”. Afirma resignado y como si ya estuviera acostumbrado a lidiar con los trabajadores del volante.
El área se encuentra arrabalizada, llena de basura proveniente de los platos de comida desechables que tanto obreros y choferes dejan tirados en el lugar.
A pesar del peligro que significa el estar debajo de una zona de constante tráfico vehicular, el lugar también es utilizado por los moradores del ensanche Kennedy, que se encuentra próximo al elevado, como zona de esparcimiento donde juegan dominó y se ingiere bebidas alcohólicas.
Esta situación es parecida a la ocurre en los elevados de la avenida Gregorio Luperón y la avenida Duarte con París donde los vendedores informales de la denominada “Pulga”, se han apropiado de estos espacios para vender ropas y mercancías.
