SANTO DOMINGO NORTE, República Dominicana.- Entre llantos de dolor son velados en su casa materna los restos del niño Julio Ángel Nova, de 10 años de edad, muerto de forma accidental de un cartuchazo de escopeta por su hermano de 12, en un hecho ocurrido en el sector La Colonia del Ozama, en Sabana Perdida.
La tragedia ocurrió en una de las habitaciones de la vivienda ubicada en la calle Primera del referido sector, donde reside su padre el capitán retirado de la Policía, Ramón Cuevas Castillo, de 47 años.
Los niños junto a un primito estaban en el interior de la misma jugando cuando, según el padre de ambos, el menor de 12 trasladaba la escopeta de un lugar a otro.
La psicóloga y terapeuta familiar Olga María Renville asegura que es preocupante este tipo de tragedia e indica que ésta deja serias secuelas psicológicas.
Julio Ángel Nova está siendo velado en la casa de su madre, ubicada en la Calle Sánchez, en Los Tres Brazos, donde no se permitió la presencia de la prensa.
Este dolor se suma a otros hechos trágicos por lo que ha tenido que pasar esta familia. Hace siete años el padre de los niños salvó la vida milagrosamente durante un incidente con una caravana en cuyo hecho falleció un hermano.
Reenville insiste en que es necesario buscar ayuda psicológica para poder hacer frente a las secuelas que dejan los eventos dolorosos.
