1.- El cielo de Panamá cubre en estos momentos a seres humanos que en su conjunto constituyen un abanico racial de orígenes europeos, africanos, asiáticos y americanos; con diversidad lingüística de habla hispana, inglesa, francesa, holandesa, y criollos como patoi y el papiamento. Los hombres y mujeres de paz aspiramos a que los asistentes a los encuentros de la VII Cumbre de las Américas y la Asamblea de los Pueblos, estén impulsados a abordar asuntos de interés para sus respectivos países y la comunidad internacional.
2.- Las transformaciones sociales tienen carácter objetivo y nadie puede detenerlas. El progreso social histórico universal sigue su marcha ascendente, el proceso democrático liberador en Latinoamérica y el Caribe se despliega en un frente cada vez más amplio. Es una verdad incontrovertible que el mundo de hoy ha cambiado. Las imposiciones imperialistas no determinan el curso de la historia de la humanidad porque se ha consolidado la posición de los que luchan por la paz y el progreso.
3.- Los imperios coloniales han caído bajo el empuje de los pueblos oprimidos; los éxitos de los movimientos de liberación nacional han elevado el nivel de organización y conciencia de las fuerzas progresistas, lo que ha hecho posible el paso de la iniciativa histórica a mano del movimiento democrático. Pura y simplemente, la política imperial de chantaje atómico y de guerra fría ha fracasado.
4.- La tensión social de la época ha alcanzado tal grado que la necesidad de llevar a cabo cambios radicales en toda la zona de América Latina y el Caribe, se impone como un imperativo inexcusable y urgente de la historia, lo que no puede ser ignorado por el imperio norteamericano y las oligarquías. Es un ardiente deseo de las masas populares salir adelante sin importar las consecuencias.
5.- En el seno de la VII Cumbre de las Américas, particularmente los Estados Unidos deben estar conscientes de que están totalmente superados aquellos tiempos cuando su política de expansión, rapiña y cañonera imponía el miedo, el terror, así como gobiernos odiosos y despóticos.
7.- La asistencia de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, y otros gobiernos democráticos en el seno de la VII Cumbre, es una clara demostración de que las masas populares latinoamericanas y caribeñas decidieron ser dueñas de su presente y su luminoso destino que las ha de conducir a la liberación total y definitiva de la dominación imperial.
6.- En la VII Cumbre de las Américas, la presencia de Cuba constituye una conquista de la dignidad, el decoro y un ejemplo para América Latina y el mundo, de lo que es un pueblo que ha preferido el sacrificio antes que claudicar, y ha demostrado que, en lugar de inclinar la cerviz ante la prepotencia imperial, decidió abrazar los principios de independencia, soberanía plena y autodeterminación.
8.- La Republica Bolivariana de Venezuela, hace acto de presencia en la VII Cumbre de las Américas, con la frente en alto, diciéndole al imperio norteamericano que hace tiempo rompió las cadenas que la mantenían sojuzgada, que bajo el liderazgo de Hugo Chávez, las masas populares venezolanas pusieron su reloj en hora en busca de la liberación nacional.
9.- La representación de los Estados Unidos en la VII Cumbre de las Américas, ha de reflexionar en el sentido de que nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños han comprendido que la lucha por su desarrollo independiente y la liberación económica depende en grado decisivo de la profundidad de las transformaciones sociales y económicas internas, y de la aplicación de una política exterior realmente independiente; que rechazan la política expansionista de los Estados Unidos, y se incorporan decididamente a la lucha por la paz universal, la seguridad y una amplia cooperación internacional.
10.- Por último, las fuerzas motrices integrantes de la Asamblea de los Pueblos han de asimilar, con su sentido solidario e internacionalista, que un rasgo distintivo de nuestros días es el viraje de la guerra fría a la distensión; que el cambio hacia el relajamiento de la tensión internacional ejerce considerable influencia en las condiciones y en el carácter de la lucha política interna, en las posiciones y la conducta de las distintas clases y grupos sociales. La conveniencia pacífica y la distensión internacional brindan nuevas perspectivas para el despliegue de la lucha política.