Madrid. Víctimas de la represión franquista en España relataron el lunes las torturas que sufrieron por parte de algunos de los agentes que ahora quiere detener Argentina.“Todo el mundo debe saber quiénes son estas personas y lo que hicieron”, dijo María Rumín, de 55 años, en un encuentro con periodistas sobre este oscuro episodio de la historia de España.
Rumín dijo que fue arrestada después de una manifestación contra el régimen en 1975. Tenía 17 años. La llevaron a un temido centro de seguridad en Madrid, convertido hoy en sede del gobierno regional.
Ahí le esperaba José Antonio González Pacheco, agente de la Brigada Político Social. Todo el mundo le conocía como “Billy el Niño” por su afición a interrogar sospechosos mientras hacía girar la pistola sobre su dedo índice y el gatillo.
“Me pegaron y hubo torturas psicológicas”, dijo Rumín, para quien el estigma de la detención se prolongó durante mucho tiempo.
“Puedes preguntar a cualquiera. ‘Billy el Niño’ era muy conocido, porque torturó a medio Madrid”, añadió Jesús Rodríguez, otra de las víctimas.
González Pacheco fue una de los cuatro sospechosos contra los que la jueza federal María Servini de Cubría libró orden internacional de detención. Los imputados enfrentan varios cargos de tortura, en el marco del macro proceso contra el franquismo por crímenes de lesa humanidad que instruye la justicia argentina.
Es la primera vez desde la ley de amnistía de 1977 que se intenta procesar a personas vinculadas al aparato represor del general Francisco Franco durante la dictadura en el país ibérico (1939-1975).
La decisión de Argentina es una puerta abierta para muchos afectados. Hasta la fecha, los gobiernos de España han guardado mucha distancia con su pasado, en la creencia de que ayudaría a cerrar las heridas que abrió la guerra civil (1936-1939) y la posterior dictadura.
