El director de Ética e Integridad Gubernamental dijo ayer que el país se encuentra en medio de la tormenta de una campaña a escala mundial infame, injusta, encaminada a reducir a escoria al pueblo dominicano.Marino Vinicio Castillo señaló que “esa campaña pretende, según parece, llevar a cabo estrategias siniestras, que podrían atentar en contra de nuestra supervivencia como Estado”.
El funcionario habló durante una charla sobre ética e integridad realizada en el Ministerio de las Fuerzas Armadas, en la que participaron el ministro de Defensa, Sigfrido Pared Pérez; el viceministro de Defensa, Pedro Cáceres Chestaro, otros altos mandos militares y funcionarios de la Dirección de Ética.
“Existen propósitos aviesos de los poderes de la tierra también considerablemente disimulados, que tienen en la isla de Santo Domingo una especie de tarea de cirugía mayor que podría dar al traste con la integridad de nuestro territorio, así como con nuestras cruciales necesidades de paz, soberanía e independencia”.
Castillo, quien además es asesor del Poder Ejecutivo en materia de narcotráfico, destacó que la defensa nacional está consagrada en la Constitución de la República como la quintaesencia de la razón de ser de las Fuerzas Armadas.
En ese sentido, advirtió que “a pesar de que en el plano internacional hace diversas propuestas, nosotros confiamos plenamente en el patriotismo y en la magnífica intuición de la autoridad suprema de las Fuerzas Armadas, honorable señor presidente Danilo Medina Sánchez, quien ha hecho galas de una enorme prudencia, de una paciente consideración de los intrincados sucesos que en el plano internacional se nos están proponiendo, pero, que no lo dude nadie, habrá de proveer las órdenes y providencias más correctas en una hora tan crucial como la presente”.
Destaca la integridad y ética de los soldados
Marino Vinicio Castillo indicó que la ética e integridad en el espíritu y en la conciencia de nuestros soldados, se constituirá en obstáculo para aquellos intereses del mundo contra el país.
Expresó que la República Dominicana confía en el trabajo y la responsabilidad de los mandos, que deben multiplicar sus esfuerzos de depuración y dedicación hacia la excelencia.
