Desde el año 2012 hasta el 2017, China ha invertido más de 4.5 mil millones de dólares en empresas que se consideran como líderes de Inteligencia Artificial, incluyendo a las empresas Xiaomi, JD.com, Qihoo 360, Megvii y Yitu, entre otras.
Según el South China Morning Post, Beijing seleccionó a Huawei Technologies, el mayor proveedor de equipos de telecomunicaciones del mundo, que ahora liderará la investigación sobre infraestructura y software de inteligencia artificial.
También Hikvision trabajará la investigación sobre infraestructura y software de inteligencia artificial. Megvii manejará la percepción de la imagen, Yitu gestionará la computación de imágenes, Xiaomi Corp se centrará en el desarrollo de hardware del hogar inteligente, JD.com dispondrá su foco en la cadena de suministro inteligente y la tecnología Qihoo 360 se encargará de la seguridad en-línea.
El Instituto Allen de Inteligencia Artificial con sede en Seattle después de analizar más de dos millones de artículos sobre IA publicados hasta fines de 2018, descubrió que China superó a los Estados Unidos en el 50 por ciento de los artículos más citados del 2018, en el 10 por ciento de los artículos en este 2019, y en el 1 por ciento de los artículos más citados para 2025.
Los analistas indican que esto puede suceder antes de lo que pensamos, alrededor del 2030. En muchas áreas, ya está por delante. Mientras Estados Unidos se debate con las Startups sobre la privacidad de los datos, en China más datos significan una mejor capacitación de los sistemas de aprendizaje profundo (deep learning).
El 2020 significará la verdadera bifurcación de Internet, esto incluye un sistema operativo con Huawei, un sector de entretenimiento con empresas como ByteDance y Tencent y todos los aspectos básicos de la nube, liderados por empresas como Alibaba y Baidu. China ya está por delante en súper aplicaciones, reconocimiento facial, ecosistemas de aplicaciones, comercio electrónico, pagos y venta minorista en línea a fuera de línea (la tendencia O2O).
El Dragón Asiático a todos los efectos, está ejecutando el juego mucho más largo con el futuro de la inteligencia artificial.
Pensemos cómo la tecnología puede escalar globalmente: Si las aplicaciones ByteDance se vuelven virales y Huawei lidera el mundo en 5G, ¿qué pasará en Silicon Valley? Perderán una cuota de mercado. Perderán acceso a usuarios globales para monetización de datos y entrenamiento de IA.
Los chinos están asumiendo el modelo de Silicon Valley con una estructura de capital de riesgo mucho más innovadora para que prosperen las nuevas empresas de inteligencia artificial, y ganarán, porque es una visión estatal. El modelo de fondos de inversión en todo el mundo debería seguir ese camino y no invertir en startups riesgosas o unicornios como WeWork, Uber, etc.
El enfoque de China por el dominio de la IA está impulsando la innovación a niveles imposibles en ningún otro lado del planeta. En 2019, presenciamos solo la infancia de una dinastía tecnológica de China: Huawei y Alibaba son reina y rey con muchos hijos.
Cuando Estados Unidos puso en la lista negra al gigante chino de telecomunicaciones Huawei por cuestiones de seguridad nacional, comenzó una reacción en cadena que ninguna tregua de los aranceles comerciales puede evitar. Comenzó una carrera armamentista de IA tan importante que los países estarán dispuestos a hacer cualquier cosa para aprovechar dicha tecnología.
Con el objetivo de reducir la dependencia de la tecnología estadounidense a medida que se intensifica la guerra comercial entre los dos países, China clonará un mejor internet, con una mejor nube y un mejor sistema de influencia que potencie a sus aliados.
Para nosotros los dominicanos, que estamos actualmente en medio de una guerra tecnológica más allá de nuestras políticas y regulaciones, la IA de China puede impulsar la innovación de una forma que podría ayudarnos a saltar múltiples años de atraso.
Si el Ministerio de Turismo aspira a atraer el 7% de los 31 millones de chinos que viajan a América del Norte, la inteligencia artificial es nuestra mejor herramienta. No debemos temer a la revolución de la inteligencia artificial de China. ¡Deberíamos emularla!
