Dicen que el pueblo dominicano tiene dos grandes pasiones y ambas inician con p: política y pelota. El sábado, cuando el clímax político alrededor del mayor partido político del país parecía bajar un poco, arrancó el torneo de béisbol invernal, evento que pudiera servir para distraer un poco la atención por la política, compartiendo la pasión y bajando un poco la presión que hay en el ambiente. Porque de que hay presión y pasión, las hay y por montón. El horno no está ni para masita ni “conconete”. Falta que los equipos que generan más discusiones y debates comiencen a ganar para encender las apuestas. A propósito, ¿qué pasó con las apuestas políticas?

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