Ante el horrendo crimen en Villa Altagracia

El Presidente Luis Abinader y el Director de la Policía Nacional, Edward Sánchez, no son  santos ni demonios; ni mucho menos se han  presentado exhibiéndose en actuaciones como devotos o hipócritas aparentando ser beatos. Pura y simplemente, son  dos dominicanos que  han aceptado ejercer  funciones en el seno del gobierno de la sociedad dominicana de hoy.

I.- A  manera de explicación

1.- El Presidente Luis Abinader y el Director de la Policía Nacional, Edward Sánchez, no son  santos ni demonios; ni mucho menos se han  presentado exhibiéndose en actuaciones como devotos o hipócritas aparentando ser beatos. Pura y simplemente, son  dos dominicanos que  han aceptado ejercer  funciones en el seno del gobierno de la sociedad dominicana de hoy.

2.-  Las dominicanas y los dominicanos, que algo conocemos de la persona y proceder del Presidente Luis Abinader, sabemos que no anida en su pensamiento político e ideológico, ejecutar acciones odiosas, despóticas y, en general, de crueldad contra sus connacionales.

3.- El actual Director  de la Policía Nacional, por su formación personal, académica y actuaciones policiales, ha demostrado ser un ente social diferente al de la mayoría que le ha precedido,  en lo que se refiere a preparación y conducta.

4.- Aquellos que, históricamente, por una u otra razón política hemos estado en conflicto con la Policía Nacional dominicana, por sus actuaciones reñidas con los derechos humanos y las libertades públicas, sabemos que la mayoría de las veces ha estado dirigida  por hombres reconocidos como verdaderos obstinados en la maldad. Protervos en potencia

5.- Conozco del historial de  canalladas ordenadas, y a veces ejecutadas, por los propios jefes de la Policía Nacional, y llevo sobre mi cuerpo el sello de intensos padecimientos que, en  su momento, me  fueron aplicados, por lo que estoy en condiciones de testimoniar que, a la luz de la superestructura que existe sobre  el actual sistema social dominicano, el Director de la Policía Nacional, Edward Sánchez, viene a ser, algo así, como una flor en un pantano.

II.- La responsabilidad por sus funciones

6.- Estando al frente del gobierno central Luis Abinader, y de la Policía Nacional,  Edward Sánchez, acaba de ocurrir el crimen contra los esposos Elisa Muñoz y Joel Díaz,  que  ha causado horror en el seno de la sociedad dominicana; llenando de espanto; ha motivado justificada repulsa.  Angustiando  y creando un profundo recogimiento en lo mejor de nuestra  colectividad.

7.- Cualquier ser humano con propensión natural al buen juicio, sabe que el presidente Abinader y  el Director de la Policía Nacional,  no estaban interesados en la ejecución del crimen contra Elisa Muñoz y Joel Díaz

8.- Pero la materialidad nos dice  que bajo la responsabilidad  del Presidente Abinader  y el Director de la Policía Nacional,   ha ocurrido el crimen contra los citados esposos.

9.- En cualquier país civilizado, todo aquel que voluntariamente acepta estar al frente de un órgano o institución del Estado, sea civil, militar o policial, debe responder  de lo que ocurre durante su gestión. Sobre su persona recae toda la gloria, como también el dolor y desagrado de la sociedad..

10.- ¿Qué conclusión debe sacar nuestro pueblo,  de la situación no deseada por Abinader ni el Director de la Policía Nacional, respecto al crimen contra Elisa Muñoz y Joel Díaz?

III.- Nuestra sociedad está enferma. Hechos que la identifican

 

11.- Los defectos  de que adolece la sociedad dominicana, las tachas que la  hacen fea, ocurren a diario, en forma permanente, demostrando así que su deficiencia, el estigma que  la  marca es sistémico, no de forma, sino de fondo.

12.- En nuestro país, las acciones pecaminosas no se dan ocasionalmente, de vez en cuando, sino que son asiduas, surgen lo más normal, porque están fijas en el cuerpo social vigente que aloja en su interior lacras de todo tipo.

13.- Los hechos son los hechos y no se derriten. Los casos que a diario ocurren  revelan que no hay que ser suelto de lengua para identificar a la sociedad en que vivimos, preñada de lacras y  en la que abundan  conductas impuras;  máculas,   vicios que ubican un sistema manchado por todas partes,  lo que se evidencia por  el horrendo crimen en Villa Altagracia, y las acciones repugnantes  señaladas a continuación:

  • Un hermano mata a otro de puñalada.
  • Secuestran 3 choferes, los despojan de sus vehículos, y amarrados los lanzan vivos a  una fosa.
  • Tres adolescentes violan y matan niña de 4 años de edad.
  • El Consejo del Poder Judicial, destituye tres jueces por pertenecer a una red que negociaba sentencias a favor del crimen organizado.
  • El país se convierte en paraíso negocios de capitales ilícitos.
  • El 96% de los menores del Este del país en riesgo explotación sexual.
  • Asesinato de cuatro mujeres conmueve al país; matador era un hombre tranquilo.
  • Violan anciana de 101 años en San Juan de la Maguana.
  • Informe ubica en el penúltimo lugar a la integridad electoral dominicana.
  • Enfermedades emocionales fruto del estrés, y la ansiedad, se relacionan con deudas, situaciones familiares y problemas económicos.
  • Emely Peguero: el asesinato de una adolescente embarazada que puso el foco sobre el terrible número de feminicidios en República Dominicana.
  • Chaman Chacra”, apodo en Facebook del sospechoso de matar a esposa y sus 3 hijos.
  • Hombre decapita a su madre en Monte Plata, huyó después de cometer el crimen.
  • Cada 10 minutos se comete un robo o asalto en República Dominicana.
  • País vive un viernes trágico; hijo mata su madre y hiere hermana.
  • Hombre decapita a su madre en Monte Plata, huyó después de cometer el crimen.
  • Un año de prisión contra hombre que violó a 3 hijas y embarazó a 2 de ellas.
  • El 22% niñas y adolescentes en RD han experimentado violencia física o sexual en los últimos 12 meses.

Razonamiento final

 

14.- Los  hecho anteriores ocurridos  en tiempos ya pasados, no quita la naturaleza horrorosa de los mismos, a la vez que hacen posible edificar a los miembros de la comunidad dominicana de que, el asesinato ocurrido en Villa Altagracia debe servir, no solo para motivar colectiva indignación, sino también para motorizar la lucha contra el actual  sistema que padecemos, que sirve como caldo de cultivo a la desigualdad de oportunidades, y a  la presencia de organismos  como la Policía Nacional, integrados por personas no aptas para garantizar la vida de ciudadanos y ciudadanas.

15.- Lo que ocurre en el seno de la Policía Nacional, no difiere en lo absoluto de lo que está presente en otros órganos e instituciones del Estado, lo que pone de manifiesto que el horrendo crimen en Villa Altagracia, es fruto  de la deteriorada sociedad dominicana en lo ético y moral.

16.- El crimen ejecutado en Villa Altagracia, por agentes de la Policía Nacional, ha creado conmoción a nivel oficial,  el que ha motivado el anuncio de una depuración  en el órgano policial, algo que en nada resuelve el mal proceder de ese organismo.

17.- Si de depurar organismos e instituciones del Estado se trata, tiempo y personas han de faltar, porque la higienización que procede es a nivel del orden social dominicano entero, lo que solamente se logra con una completa modificación de cómo está organizada hoy la enferma  sociedad dominicana.

 

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