El licenciado Luis Abinader parece que se ha autodesignado líder de la oposición, y como tal actúa. Su alocución la semana pasada, para responder al discurso de rendición de cuentas del presidente Danilo Medina, lo coloca en una situación que puede ser definida como inteligente o anticipada. Inteligente porque las encuestas lo colocan a él y al presidente Medina entre los mejor valorados. Él trata de sacarle provecho a su posicionamiento. Pero puede ser una muestra de anticipación, porque él no es candidato presidencial, y el título que sí ostentó en el proceso pasado tiene que revalidarlo. Empezar desde ahora a utilizar sus municiones podría desgastarlo y agotar sus tiros para cuando haya batalla, si logra comandar las tropas perremeístas.

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