Los dirigentes principales del PRM no advirtieron lo de aquel refrán: “no escupas para arriba, te cae en la cara”; este adagio se refiere a que se nos puede revertir lo que se haga; es como un búmeran, arma de madera con una cobertura, utilizada por los indígenas australianos, que al lanzarla, si no da en el blanco puede devolverse.

El PRM buscó justificar su entendimiento con el danilismo, a propósito de la aprobación de las primarias abiertas en la Ley de Partidos, alegando pretender la división del PLD; agregaban, que ya ellos habían decidido con padrón cerrado. Tremendo error porque si consultan con sus abogados, que tantos abogados tienen en su seno, les dirán que la ley no tiene efecto retroactivo, por lo que sus altos organismos tienen que volver a decidir.

Se conoce de las diferencias entre Abinader e Hipólito, a propósito del padrón a ser utilizado. Esas diferencias internas se les complican con la aplicación de dicha ley.

Esas diferencias las pone de relieve en un Twitter Juan TH, comunicador muy cercano a los dirigentes del PRM, cuando dijo: “Como yo lo veo, lo más sano y prudente es que el PRM haga oficial su división. Que Hipólito coja su camino y Luis el suyo para que ambos —separados— puedan llegar a su destino”.

Lo que querían para el PLD, es un búmeran para ellos. Parece que los dirigentes y sus asesores, se equivocaron en sus cálculos estratégicos. Todo le ha ido creando serios problemas internos, porque aparecieron aliados al danilismo. Ese paso provocó la pérdida de la confianza en el Bloque Opositor, desfiguró su perfil como partido opositor y dejó abierta sus puertas para que entre el padrón abierto de la mano de Hipólito.

Grave error, sus huevos los han colocado en canastas ajenas y, peor, han escupido para arriba y les va a caer en la cara. Lógicamente, si sus éxitos dependían de lo que le sucediera al PLD, se equivocaron. Puede apreciarse que en el PLD se mueven lenta y pesadamente formas de entendimiento.

A su vez ahora luce Hipólito indetenible en la búsqueda de la candidatura, atropellando a Abinader; entiende que como Danilo no puede reelegirse, él sería apoyado por éste frente a Leonel.
Son cálculos inexplicables en un partido con vocación de poder. No entienden que en el PLD lo que hay es una lucha de poder y que no habrá división por estar consciente de que saldría del poder. En esta fase exploratoria cualquiera quiere ser su candidato presidencial, debido a que el posicionamiento es sobre un 50% que garantiza un triunfo electoral en primera vuelta.

Sin embargo, en el PLD se tiene el convencimiento de que si uno de los dos líderes principales (Leonel y Danilo) se queda de brazos caídos, la organización no gana en la primera vuelta.
En el PLD hay quienes por sus cálculos parecen perremeístas. Apuestan a la división para tener más espacio propio o posibilidades a posiciones de diferentes jerarquías. Esos hacen ruido, pronostican división y agreden verbalmente a otros dirigentes.

Definitivamente, estas situaciones confunden a dirigentes desactualizados y de escasa formación política. Por demás, desorienta y pone al PRM a lanzar un búmeran que al no dar en el blanco se le devuelve golpeándole.

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