Palo si boga y palo si no boga. Eso parece estar sucediendo en el sector Cienfuegos de Santiago, donde dirigentes comunitarios organizaron una jornada de protesta contra la incursión de un denominado “camión del terror”, una unidad de la Policía Nacional que, según las quejas, es utilizada para transportar jóvenes que son detenidos y paseados por el barrio. Las redadas policiales son generalizadas y por lo general todos los jóvenes que están en las calles al paso del camión, los suben y los llevan para la “Chirola” para depurarlos, luego de pasearlos y mostrarlos por varios barrios. Librar las calles de delincuentes es buena iniciativa, pero hacerlo aterrorizando a la población no parece el mejor método. Patrullar para prevenir, no para ahuyentar.

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